Alumnos desbocados
—No quisiera entrar en
detalle de lo que es ser joven, y estar desbocado. Todos fuimos jóvenes y hemos
estado o seguimos estando desbocados, en algún momento de nuestra vida. La gran
suerte o eso creo, es que la mente no está preparada para asimilar el peligro
en edades tempranas. Al llegar a una cierta edad, parece que nos volvemos mucho
más inseguros, descubriendo temores ocultos, e intentando evitar riesgos
innecesarios. —Estas palabras las había dicho mirando a los veintisiete alumnos
que acabarían la primaria ese año.
El que estaba sentado en
la segunda fila de la derecha, levantó la mano.
—Profe, ¿Qué que significa desbocado?
El profesor miró al resto de la clase y, al ver que nadie quería responder, les puso un ejercicio.
Mañana quiero que todos
me traigáis una redacción de más de cinco líneas, que describa algún momento de
vuestra vida que consideréis que estuvisteis desbocados. Palabra que tendréis que buscar en el diccionario.
Al día siguiente, todos
los alumnos fueron dejando sus redacciones sobre la mesa del maestro.
Durante el recreo el
profesor fue leyendo una por una todas aquellas historias que, sus discípulos
habían redactado.
Una de las redacciones le
hizo llorar, no sabía si de alegría o de tristeza.
“Desbocado corría el caballo, intenté seguirlo y también me desboqué. Profesor siento no llegar a las cinco líneas, pero de tanto seguir al caballo, me cansé en la primera línea. De todas formas intentaré completar la redacción. ¡Para caballo, para caballo, porque no paras caballo, ah que caballo, párate caballo! Ya no puedo más, este caballo corre demasiado”
Divertido relato que rezuma "niñez". Muy agradable de leer. Saludos.
ResponderEliminarSon increíbles... A veces pienso para qué están encerrados tantas horas con semejante inteligencia, ingenio y sabiduría.
ResponderEliminarEl relato aleccioa. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarjajajajjajaja sin dudas la escuela tiene muchas cosas que modificar hoy en dia para estos niños !! ellos son pura creatividad ! Excelente relato!!
ResponderEliminarJajajajajaja me has hecho reír amiga...
ResponderEliminarTierno y dulce este relato de unas edades que son una maravilla, como lo son todas. Pero esta en particular, aquí y ahora me ha dado una nostalgia muy sabrosita.
Me pregunto qué diría yo al respecto, si alguna vez me pasó. Mientras lo descubro, deseo ahora ser desbocada para todo el tiempo que quede, o al menos en alguna medida. Porque tanta sensatez, no es sana ☺️
Precioso relato que me ha trasladado a mi infancia. Recuerdo haber escrito muchas redacciones, me encantaba, además creo que es una buena forma de trabajar contenidos en clase así como permite desarrollar la creatividad y ayuda a exteriorizar y expresar emociones y sentimientos. Felicidades! Feliz fin de semana!
ResponderEliminarCierto es que a ciertas edades parece que nos buscamos los momentos, a veces demasiados, en querer responder esos momentos desbocados. Para la buena verdad, hay momentos para todo y si nos podemos echar la vista atrás y sonreír, será bueno. Me ha encantado ésta historia entrañable que da lugar a la reflexión. Saludos, acabo de descubrir tu espacio. PASA FELIZ FINDE.
ResponderEliminarMuy divertido y ameno el relato.
ResponderEliminarBesos
Muito divertida história, quem não passou por isso em sala de aula, não é mesmo?
ResponderEliminarTenha um feliz fim de semana.
Um abraço.
I like it.
ResponderEliminarPrecioso. Rezuma infancia.
ResponderEliminarY así debemos seguir, por mucho que nos intenten domar los mecanismos de Estado.
ResponderEliminarhehehe... lol
ResponderEliminarlovely humor from kid... so funny.
Thank you for sharing the story.... have a wonderful weekend
¡Esa expresión de terror!
ResponderEliminarUy me recuerda ami niñez, pero si el profesor es como los mi juventud le pondría cero y lo ridiculizaría. Te mando un beso
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el texto, la manera de escribir sobre la inocencia de la niñez.
ResponderEliminarla verdad es hilarante, me has hecho reir. ¡Vaya ocurrencia de nene!
Un saludito
Desde luego que ha habido caraduras en todas las épocas. La redacciones siempre daban pereza porque suponían más esfuerzo que otros ejercicios, pero esto...Anda y que se vaya el chaval a perseguir al caballo jajaja,bss!
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