Vestidas de negro
El
sol brillaba desprendiendo un calor abrasador, algo que llevaban días
sufriendo, cada jornada parecía más calurosa que la anterior. No existía una
sombra acogedora donde poder refugiarse.
El
único lugar donde se estaba bien era en aquel centro comercial, llevaba abierto
menos de dos años, el aire acondicionado daba un respiro a todo aquel que
entraba y que ya no le apetecía salir.
La
gente miraba las tiendas y se tomaban algún que otro helado o refresco en las
distintas cafeterías distribuidas por la tercera planta.
—¡Realmente,
aquí se está bien! ¿Verdad?
—¡Sí,
es una maravilla!, este fresco y además el poder elegir cualquiera de estos
sitios tan apetecibles hace más llevadero pasar una buena tarde.
—Pero,
¿te das cuenta de que somos las únicas que vestimos de negro?, he oído que este
color atrae mucho más el calor. ¿Por qué no podríamos llevar colores
llamativos, que hiciesen que toda esa gente nos mirase con otros ojos? ¿No te
fijaste en que siempre nos rechazan?, que están deseando apartarse.
—Tú,
y tus problemas mentales, llevas unos días renegando de todo, ¿Qué te pasa?
—Llevamos
tres días dando vueltas, y me he dado cuenta de que nadie nos quiere, que somos
distintas, y no me gusta.
—Por
favor, deja de lamentarte y disfruta de este bizcocho, está muy bueno, ¿además
has visto cuanto azúcar tiene? Deja de quejarte, es lo que hay y es lo que
somos, ni más ni menos.
—No
entiendo por qué te conformas, ¿no te gustaría llevar colores alegres?, ser
espectacular, llamar la atención por allá por donde pases.
—Nunca
pensé en ello, me gusta lo que soy, como soy y lo que hago.
El
sol se ocultaba y se notaba en el centro comercial que poco a poco se iba
quedando vacío, el río estaba muy cerca y después de un día de calor y de estar
encerrados al amparo de una temperatura agradable, el paseo era una buena
terapia antes de la cena y de retirarse a sus domicilios.
—¡Apúrate
con el bizcocho, parece que el camarero también quiere recoger!
—Si,
ya lo veo, el hombre está enfadado, seguramente también quiere marchar.
Un
manotazo hizo que parte del bizcocho se desparramase por toda la mesa y el
plato volase hacia el suelo, haciéndose añicos al mismo tiempo que las dos
moscas quedaban aplastados contra la mesa.
Definitivamente no sienta el negro. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarUm bom. capítulo que gostei!
ResponderEliminarAh eu gosto de usar preto e realmente é muito quente!
Bom fim De semana!
Beijos
Genial relato me sorprendió el final. Te mando un beso.
ResponderEliminarMar, nunca nunca vas a dejar de sorprender. Oye, un poco más y lamento su fallecimiento 😊. Un abrazo Mar!
ResponderEliminarMuy original el final, no me lo esperaba. Desde el principio estaba haciendo mis "cábalas" y pensaba que eran unas brujas. Genial!
ResponderEliminarQue bueno y original relato, enhorabuena por captar así nuestra atención. Un saludo de ANTIGÜEDADES DEL MUNDO
ResponderEliminar¡Siempre logras sorprendernos con tus finales inesperados! Un excelente relato, saludos...
ResponderEliminarJajajaa estaba pensando qué podrían ser estas dos pero jamás imaginé que eran moscas.
ResponderEliminarMe encanta!
Besos.
Incluso las moscas tienen crisis existenciales. Ellas también sienten y padecen.
ResponderEliminarEs que dicen que el negro adelgaza, no sé cómo, pero es lo que dicen. Por eso siempre está a la moda.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Hola! Me ha encantado el relato y sobre todo el final sorprendente. Un abrazo
ResponderEliminarMaravilloso
ResponderEliminarMe tento ese bizcocho jaja
ResponderEliminarUn final sorprendente :D Feliz domingo :D
ResponderEliminar¡Ja, ja, ja! No sé porqué lo he leído pensando en dos hormigas. Claro las moscas van más al dulce. Precioso, Mar. Un abrazo.
ResponderEliminarMe gusta todo lo que haces y presentas La calidez de tu alma te abre las purtas
ResponderEliminarMuy bueno realmente, me sorprendiste, porque primero pensé en dos viudas, luego en dos monjas, pero nunca, nunca en dos moscas, me sorprendiste gratamente, felicitaciones.
ResponderEliminarUn abrazo.
PATRICIA F.
Muy belo e surpreendente o teu relato.
ResponderEliminarO final é surpreendente. Tens muita criatividade. Gostei muito!
Um abraço!
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Espectacular! Que bueno ritmo!!!
ResponderEliminarCómo echaba de menos la lectura, fantástico relato Mar. Y con sorpresa final. Siempre es un placer leerte. ¡Un fuerte abrazo!
ResponderEliminarFinal inesperado.
ResponderEliminarExcelente relato y magnifico el final! quede sorprendido
ResponderEliminarDesde el principio pensé en las moscas, será que por donde vivo las hay, a veces, demasiadas y realmente son molestas, ja,ja, ja. Muy bueno y entretenido. Gracias por este momento, Mar. Lo disfruté.
ResponderEliminarVine a saludarte y desearte un 2024 lo más esplendoroso posible. Se te extraña. Ojalá todo en tu vida esté bien.
Un abrazo, y espero que hasta pronto.