Volar soñando
Representar la imaginación
mediante sueños es tan natural como respirar, en ocasiones no hace falta estar
dormido para tener fantasías imaginarias de cosas que no son reales, también se
puede aplicar a aquel que está distraído y se le denomina como soñador
despierto. La mayor parte de las personas entran en los tres términos, puesto
que en alguna ocasión soñaron dormidos y despiertos y se imaginaron cosas que
no eran reales.
En esta ocasión la
historia que voy a contar es un hecho real, tan verídico que pensé si
escribirlo o no, porque me resultaba muy difícil buscar la respuesta adecuada a
lo que sucedió y porque cuando lo escuché sentí miedo. En las tertulias se
contaba esta vivencia que nadie sabía que no estaba completa, solo hace unos
días que sé la historia tal y como sucedió, dando un giro total a lo conocido y
por conocer; esto es lo que pasó y lo dejo a la interpretación de cada uno.
Corría el verano del año
1982, podía ser un año más en la vida de esta persona, de la cual voy a omitir
su nombre real y la vamos a llamar B., junto con dos amigas viajaron al sur de
España para unas vacaciones de quince días, para ello alquilaron una parcela en
un camping y se instalaron las tres en una tienda de campaña.
Todo iba de maravilla, estaban
disfrutando del primer viaje, pasaban las tardes en la playa, o visitando todo
lo que podían ver de la zona, por la noche salían a bailar, o de copas por los
lugares de más ambiente, habían ido a disfrutar y lo estaban logrando.
Dos días antes de que se
acabaran las vacaciones llegaron al camping pasadas las seis de la mañana, sin
preámbulos se tiraron como pudieron dentro de la tienda y se quedaron dormidas
al segundo.
Alrededor de las nueve y
media se escucharon unos gritos que venían de la tienda contigua, despertaron y
B, no estaba, salieron para ver que estaba pasando, B se había ido a dormir a
la tienda de un matrimonio que al verla se llevaron el susto de su vida.
Ella estaba también muy
asustada, tras las disculpas volvieron a la tienda donde contó lo siguiente:
¡Dios
santo! tan pronto nos acostamos he salido volando, os lo juro, volaba como un
pájaro, he dado unas vueltas por el camping y me he tenido que equivocar de
tienda y entrar en la de los vecinos, pero he volado, no sabéis como he volado,
rozaba la copa de los árboles, he pasado por encima del mar, de la ciudad, fue
una locura, me he cruzado con aves grandes y pequeñas, notaba el aire en mi
cara, mis brazos eran como plumas cuanto más los movía más rápido surcaba el
cielo, ¡pero he sentido tanto miedo que
todavía estoy temblando!
Hoy en día tras pasar los
años lo cuentan como una anécdota, pero en su momento la miraban pensado que
simplemente había soñado y caminado sonámbula, aunque ella juraba y perjuraba
que había volado. Lo que nunca fueron capaces de contar hasta que pasaron los años fue que que en su ropa
encontraron enormes plumas colgadas de su chaqueta, estaban tan pegadas que
tuvieron que tirarlas junto con la prenda.
Un relato que nos introduce en el hilo delgado que separa la realidad de la fantasía, o la realidad de otra realidad alterna, pero aquí se trata de creer o no..Obviamente la mayoría de las personas optaran por lo ultimo. Es más fácil pensar que se fue de copas, lo soñó, lo imagino, estaba sonámbula...etc.. a tener la capacidad de admitir que quizás "En verdad sucedió", además creo que cuando no encontramos explicaciones lógicas a este tipo de fenómenos la primera sensación que aparece es el miedo...y nadie quiere experimentarlo..Un abrazo grande y bonita noche de viernes( con vuelo o sin el).
ResponderEliminarWow!!! Un "viaje astral" podría ser? Sería que esa persona gustaba de esos temas? Yo lo creo muy posible y muy real, he conocido de fenómenos paranormales increíbles. La verdad, lejos de asustarme me gusta y llama la atención, pienso en la vida después de esta, en la que sí creo, y me gusta saber casos como este. Por supuesto estupendamente narrado por Mar. Gracias siempre Mar! Un abrazo. Espero con ansias el próximo.
ResponderEliminarMe engancha totalmente tu forma de narrar, cuando empiezo a leer ya siento intriga por lo que viene después. Gracias por compartir historias/vivencias que dan para mucho. Me ha encantado la historia
ResponderEliminarPues es una experiencia muy extraña la que le tocó vivir a B, es muy difícil saber a ciencia cierta si lo que pasó fue real, fue un sueño o producto de las copas demás, lo importante es que vivió para contarlo.
ResponderEliminarHola.
ResponderEliminarLa verdad que todos vamos a pensar que fue un sueño y no una realidad, ella solo sabrá la verdad. Cuantas veces habremos soñado y nos ha dado la sensación al despertar que había sido tan real que te levantas desorientada sin saber que ha pasado, a mí mogollón de veces. Me ha encantado leer tu historia.
Un abrazo.
¡Hola!
ResponderEliminarLa verdad es que aunque soy escéptica con ciertos temas, como bien te he comentado en otras ocasiones, admito que hay cosas que sencillamente no tienen explicación.
Cierto es que, después de leer la vivencia de B, soy de las que se decanta por lo del sonambulismo, más que nada por despertar en la tienda vecina. Y que sus recuerdos son parte de un sueño.
Ahora bien, lo de las plumas, pues no me lo explico, porque para terminar así tendría que haberse topado con un gran grupo de pájaros, y ya sabemos, que los pájaros huyen si nos acercamos....
Muy inquietante todo a la vez que fascinante.
Besotes
Holaaa
ResponderEliminarCómo siempre tus finales me dejan totalmente de piedra. Leyendo el relato también pensaba que igual había sido un sueño como bien dices. Pero ya lo de las plumas me ha dejado helada.
Saludos
wow!!! yo le creo ... Porque soy creyente de que podemos hacer cualquier cosa que nos propongamos aunque suene a locura y si el estaba en un estado de total somnolencia es posible, porque es donde podemos crear más. Me encanta que B haya pasado los estándares de la mente y que haya experimentado dicha aventura. Gracias por compartir, me ha encantado leerte. besos!
ResponderEliminarHola guapa, uauuu, que bonito relato de esos que te hacen soñar, ademas me gusta esa idea de que fue algo real, algo que pudo suceder! como siempre la vuelta de tuerca final que haces, me encanta! bespos
ResponderEliminarTal y como están las cosas ahora hubiera dicho sin pensarlo que le habían puesto algo en las copas que se tomó que la hizo "volar", pero eso de que tuviera plumas en la ropa ya da qué pensar,bss!
ResponderEliminarQue bueno que tuviste la valentía de publicar a pesar de no querer hacerlo. Una reflexión muy bonita para darnos cuentas que hay cosas que no siempre tienen explicaciones.
ResponderEliminarCaray, el detalle final sí que es para echarse a temblar. Yo pensé en un viaje astral de esos que algunas personas dicen que hacen. Pero ahí no hay plumas que valgan. No me extraña que la muchacha, B., quedara horrorizada, no es para menos. Es una historia digna de cuarto milenio. ¡Madre!
ResponderEliminarHola cada post tuyo es una nueva experiencia nueva me encanta leerte y saber que el viaje astral que nos cuentas puede ser muy controvertido me me encanto que decidieras publicar
ResponderEliminarLa verdad es que eso me pasó cuando era pequeña, sentí como estaba levitando en mi habitación y me dejaban en el suelo. Cuando me desperté estaba en el suelo con la almohada y la sábana puesta. Genial la anécdota. Un beso enorme.
ResponderEliminarwow!!! qué bonita y escalofriante historia!!! Estoy con Paula, en un principio lo pimero que he pensado ha sido justo esto, que le habían puesto algo en la bebida (que ala vez me parece un pensamiento muy triste por que no podemos confiar en la sociedad en la que vivimos) Y ella pasaría miedo pero no me quiero imaginar el momento de estar durmiendo y que alguien entre en tu tienda
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