Desde el más allá
Buscamos repuestas
A muchos y a mí por
supuesto nos gustaría que, tras una larga vida, hubiese algo después de la
muerte. El saber de antemano que no todo termina en esta vida, que puede
existir una recompensa podría incluso hacer que fuésemos mejores personas.
Durante años se vienen escuchando historias del más allá, algunos que vieron la
luz, otros un gran puente y otros a sus seres queridos. Como nada es seguro y
cada uno tiene la opción de creer o no creer, os voy a contar una historia
real, sin más ciencia que lo visto por una persona de total confianza, poco
creyente y a raíz de ese suceso se planteó demasiadas preguntas que no tenían
respuestas coherentes con su forma de pensar. Sin embargo, esta es su realidad
a la cual aún a día de hoy, después de tantos años no puede sacarla de la
cabeza.
Con su permiso y con su
nombre real lo que vivió pondría los pelos de punta a cualquiera por más
valiente que fuese.
Elena es funcionaria, residía
con sus padres y hermana menor en un pueblo no muy grande donde todos se conocían.
Durante el verano de 1998 junto con varios compañeros de trabajo preparaban un
viaje a Italia, los días anteriores al viaje comentaba a su familia y a una
vecina lo feliz que estaba. La vecina Adela vivía sola, pasaba mucho tiempo en
su casa y la consideraban como de la familia.
En Italia pasarían una
semana, a los dos días de llegar su vecina moría de forma natural, la familia
de Elena no quiso contarle nada para que disfrutase de ese viaje que tanta
ilusión le hacía.
El día que regreso a casa
el taxi la dejo delante de la puerta, entró entusiasmada, una porque había
disfrutado mucho y otra por ver a los suyos, apoyada contra el marco de la
ventana que daba al camino, vio a su anciana vecina, salió corriendo para darle
un beso, sus padres desde la ventana veían como se explicaba ella sola, no
había nadie a su lado, pero eso no era lo que Elena les había contado, ella estuvo
hablando con su vecina, la cual llevaba una flor en la mano y le había dicho
que ya se verían, que solo quería decirle que se alegraba de su vuelta y de que
lo hubiese pasado bien.
Sus padres y hermana no
podían dar crédito a lo que Elena contaba, pues la observaron sola, pero Elena,
jura que no estaba sola, llegando a la conclusión que su vecina vino a
despedirse y que solo aparecen cuando no tienes miedo porque no sabes que ya
estaba muerta.
Aún hoy en día después de
tantos años, cuenta la historia aterrorizada, y tan segura de lo que vio que no
duda ni un segundo que habló con ella durante unos minutos, que la vio
claramente y que desde ese momento algo cambió en su forma de ver la vida y la
muerte.
Aterrorizada? Yo estará feliz de la vida que alguien no quiso "partir" hasta verme llegar sana y salva.
ResponderEliminarLA verdad, para mi -más que historia de terror- es una historia de sincero amor y retribución del cariño que se dio en vida.
Hola!
ResponderEliminarcreo que vió a la vecina con los ojos del corazón; nadie le dijo que no iba a estar a su llegada y ella esperaba verla como siempre y así sucedió. Los temas de la muerte y lo que hay más allá no sabemos como son porque son solo un viaje de ida (¿seguro?) así que cualquier cosa es posible.
Besos!!
Siguen habiendo cosas sin explicación. La ciencia ha podido explicar muchas y sigue avanzado. Cuestión de tiempo.
ResponderEliminarCreo, absolutamente, a Elena. A los días de morir mi madre, me quedé sola en casa. Mi padre se había ido a pasar unos días con mis tíos en el norte y, solo estábamos mi hermano y yo. Mi hermano tuvo que ir a hacer unos recados y me quedé solita en casa. Miraba la tele, una peli que ahora mismo no recuerdo, miré hacia la puerta de la habitación de mis padres, nunca me he explicado por qué, y allí estaba ella, como siempre, antes de enfermar, mirándome. Cerré los ojos, porque pensé que estaba soñando, pero no, al volverlos a abrir, ella ya no estaba y esto es tan real como lo que cuentas tú, aunque yo sí sabía que mi madre había muerto. Creo, que nunca perdemos la conexión con las personas a las que hemos amado, que de alguna manera y desde otra dimensión, siguen con nosotros y les proporcionamos vida, con los recuerdos que albergamos en el corazón. Es mi opinión.
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarLa verdad es que soy de las que son un poco escépticas con el tema del "más allá", aunque eso no quita que me gustaría inmensamente que existiese, y más si en él, puedo encontrarme con los seres a que tanto amo y tanto echo de menos.
Sobre lo que nos cuentas en el post de hoy, sencillamente, los pelos de punta. Como he dicho, no creo en esas cosas, pero las respeto muchísimo porque no en primera persona, pero sí conozco a una persona que le pareció algo similar, y ver cómo lo cuenta, es imposible no empatizar con ella.
Aunque cierto es que mi mente científica, cree que es más bien las ganas o el anhelo de poder verles, aunque Elena no conocía que había partido, y es quizás lo que me pone los pelos de punta.
Besotes
Pues yo si creo en la vida después de la muerte, que quizás esta realidad es solo un viaje por el cual debemos de pasar, por historias como la que nos cuentas, otras que he leído, por ejemplo a un familiar muy cercano le pasó lo de haber sufrido un golpe y ver su vida pasar como una película, y lo que le pasó a esta chica pues es para ponerse a pensar, porque no fue solo un avistamiento, se acercó a ella, conversó, vio detalles como la flor que tenía.
ResponderEliminarHola guapa
ResponderEliminarUff que texto! Normal que se haya quedado con eso en la cabeza, el miedo y la incomprensión es algo habitual con un encuentro así.
pero también es bonito pensar que su vecina le tenía tanto cariño que quiso volver a despedirse de ella
Un besazo
Me has dejado dándole vueltas al tema, porque si fuera una de tus historias sin problema, pero intentas encontrar una explicación racional para eso, en una chica que se entiende de mediana edad y en sus cabales...y cuesta imaginar a la vecina ahí de charleta...bss!
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