Una margarita para Julia
Julia tenía su rutina
marcada, todos los días hacía lo mismo, desde que se levantaba hasta que se
acostaba, sus costumbres no variaban, y si en algún momento tenía que modificar
algo, se sentía confundida.
Todo cambió una mañana
cuando salía de su casa, junto a la puerta de entrada había una margarita y una
nota, en la nota estaba escrito con letra impecable
Mi querida señora:
“Llevo
varios meses fijándome en usted, me parece una mujer muy atractiva, muy
interesante y sumamente elegante. Yo soy un hombre muy apegado a mis defectos,
los cuales son muchos y no puedo deshacerme de ellos, ni tan siquiera
evitarlos. Esta margarita es el comienzo de mi relación con usted, lo tengo que
hacer así, pues cara a cara, ahora mismo me resulta imposible. Cada primero de
cada mes recibirá una margarita y cada una llevará un pétalo menos, hasta que
reciba una margarita sin pétalos, a partir de ahí, mi destino estará marcado.
Siento mucho importunarla de esta forma, no tengo otra manera de poder
acercarme a usted.
Atentamente,
siempre suyo, Julián”
A partir de ese momento,
cada primero de mes, delante de la puerta de casa de Julia, aparecía una
margarita con un pétalo menos. Julia, se sentía abrumada, paseaba por la calle
y miraba a todos los hombres, intentando descubrir quién era Julián.
El penúltimo mes, recibe
una margarita con un solo pétalo, Julia casi palpaba su nerviosismo, el juego
se estaba acabando y no sabía lo que iba a pasar. Creía, que posiblemente todo
era una broma, aunque en su interior quería creer que no, que realmente alguien
estaba interesado en ella. Jamás lo hubiera esperado, era tan reservada e
introvertida, que nunca había dado pie a nadie a conocerla o a tratarla, sin
embargo, ahora, sentía curiosidad, se imaginaba como podía ser Julián, por su tipo
de letra, parecía un hombre culto, y realmente estaba interesada en conocerle.
La última margarita llegó
sin pétalos, había una nota. Julia cogió la nota, al tiempo que se estremecía,
entró en casa, se preparó un té de hierbas y se acomodó en el sofá, con manos
temblorosas abrió aquella nota y solo leyó
“Lo
siento, ha salido, no me quiere”.
¡Hola!
ResponderEliminar¡Oh! Que pena que haya salido no me quiere, y que el mandatario de esa margarita, decidiese hacerle caso a lo que la flor le desveló, porque creo que hubiese podido ser el inicio de una bonita historia de amor. (Es que soy una romántica empedernida).
Vamos, que me parece un detalle precioso intentar acercarse a alguien así, lo que menos me gusta es que Julián, al final, porque es lo que deduzco, no de el paso de acercar se a ella y dejar el "juego" de la margarita, como eso, un juego, porque solo nosotros somos dueños de nuestro destino.
Besotes
No pude evitar reírme un poco al final jeje ¡Que locura la de Julián! bueno y ahora estoy un poco molesta porque entusiasmó a Julia para nada. Supongo que no es bueno dejarle el destino ni a monedas ni a margaritas. M encantó tu historia, gracias por compartir.
ResponderEliminarHola!
ResponderEliminarYa podría haberle dado la última carta en mano a la pobre Julia y por lo menos se hubieran visto las caras después de meses de incertidumbre. ¿Continúa la historia o se queda aquí? 🧐🧐🧐
Besos!
Hola guapa
ResponderEliminarAy la relación de las margaritas y el amor siempre me ha creado desazón, no me gusta no poder controlar mi destino
Y bueno, que final más devastador! Encima, no sabremos quien es Julián? Queremos segunda parte de este relato tan bueno!
Un besazo
Hola preciosa!!!
ResponderEliminarMe ha parecido un relato super tierno. Me da mucha pena como el se hace de menos a si mismo...Se saca mil defectos...que quizas Julia no veria..
Lo de la margarita me ha llegado al alma pero ese no me quiere me ha dejado mucy triste. Haces que me enganche con tu forma de relatar.. Mira que leo reseñas de libros pero es q tu las superas. BSS