Proposición
La petición de matrimonio
llegó en un momento inesperado, no porque no lo quisiera, sino porque su vida dio un giro en el momento que otro apareció.
Todo comenzó una noche de verano, una reunión de trabajo, un nuevo
compañero. Desde del primer minuto la atracción se había instalado en su
interior, no podía sacárselo de la cabeza, se estremecía cada vez que pensaba
en él, una oleada de sentimientos la embriagaba cada vez que estaban juntos.
Las charlas las disfrutaban, ambos tenían muchas cosas en común, gustos
parejos, un sentido del humor que los hacía disfrutar de cada minuto. No
existía nada más que una relación de compañeros, sin embargo, su dilema residía
en que no sabía lo que le estaba pasando ¿se había enamorado? ¿estaba enamorada
de dos hombres totalmente distintos? ¿todo aquello que sentía, sería pasajero?
La proposición de
matrimonio fue de los más romántica que se podía esperar, él se había esforzado
para que fuese inolvidable, estaba feliz, varios días le llevó preparar aquel
momento para que ambos lo recordasen durante toda su vida, había repetido mil
veces las palabras clave para que todo fuese inmejorable.
La felicidad del momento
se nubló como el peor de los días de invierno, ella mostró dudas.
Sabía que le quería,
sentía todo el amor que le estaba ofreciendo, aquellas palabras que hubiesen
derretido todo el hielo del círculo polar antártico, aquella mano temblorosa
sujetando el anillo perfecto. Sin embargo, vaciló, la magia voló tan alto que
ni él mismo se sentía capaz de recuperarla.
La mirada de ambos lo
decía todo, en él la decepción, ella no encontraba las palabras para ofrecerle una explicación, no sabía
lo que le estaba pasando, solo estaba segura de que ese no era el momento,
sufría por él, se sentía culpable, sabía que lo estaba traicionando con sus
pensamientos ¿Qué podía hacer? No quería comprometerse hasta
que sus sentimientos fuesen decentes, claros, puros, sinceros, él no se merecía
menos.
La noche terminó, ambos
tristes, él además desilusionado, ella con sentimientos de culpabilidad.
Las dudas amargan la
felicidad, los sentimientos pueden ser traicioneros, el corazón se despega viajando por libre. En el aire flotaba repetidamente la misma pregunta ¿seguirían juntos?
Buen relato. Del embriangante primer momento a la desición de una entrega de lo más preciado que tenemos. Nuestra vida. Jamás cesan las dudas pero en el fondo hay algo que te jala hacia adelante
ResponderEliminarQue post tan bueno!! EL relato perfecto y la foto me encanta.
ResponderEliminarUn saludo.
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Buenísimo. Tantos detalles que nos trasladan a esos precisos momentos.
ResponderEliminarQue dilema, sin duda debe ser una situación muy incomoda para cualquier pareja, el matrimonio es un paso importante y las dudas no son buenas consejeras.
ResponderEliminarQue relato más bonito, me puedo imaginar la situación, es algo que ocurre mucho en el día a día, a veces no sentimos lo que siente la otra persona y lo pasamos fatal y sufrimos porque la queremos pero no como la otra persona espera.
ResponderEliminarLa foto es muy bonita.
Un beso!
Hola!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el relato. Quizá es una de las cosas que más miedo me dé ante mi pareja. A veces solo en el último momento sabemos la realidad de todo y nos lanzamos o no al vacío. Me encanta la crudeza, pero también la delicadeza con la que nos lo cuentas. Muchas gracias por compartir el relato con nosotras.
Un besote!! ^,^!!
ELEB
A veces la duda es todo loque hace falta para darnos cuanta de algo importante, o a veces es la que nos impide dar un paso realmente importante, como un gigantesco obstaculo inesperado, creo que todos hemos tenido dudas sobre algo y por eso conectarnos con este relato, esta excelente, saludos!
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarLa verdad es que aunque pueda resultar un poco fría, si hay dudas, es que en realidad no hay el mismo sentimiento. Que ojo, ese no quiere decir que no haya amor, sino que quizás vayan a otro ritmo o lo que sea, porque ya se sabe, cada cual vive el amor a su modo.
Cierto es que es una situación que creo que a nadie le gustaría vivir, ni en un lado ni en el otro.
Como siempre, un placer leerte.
Besotes
Me he quedado con ganas de saber más, hace tiempo mi hermana me regaló un libro que había escrito ella por navidad y todavía sigo con el run run de saber que pasaba tras la última página y me ha pasado lo mismo con tu relato, porque en ambos hay una proposición de matrimonio. Gracias por compartir, un besote
ResponderEliminarCreo que él no debería haberse decepcionado en el sentido que ella más sincera no pudo ser, ya que no le quiso engañar con un sí rotundo que no fuera tal. Tal vez la relación no era tan sólida si se despertaron esos sentimientos por el compañero de trabajo...bss!
ResponderEliminarCreo que ella ha sido muy honesta y ha tomado una decisión muy difícil, pienso que ella lo quería de verdad y lo ha dejado ser libre. Un relato que sin duda te deja con ganas de más.
ResponderEliminarAwesome.
ResponderEliminarPlease visit my son's blog
Hola! Me ha gustado el relato, la verdad que si ella tenia dudas hizo bien en decirle la verdad.Y no precipitar una relación que no sería buena para ninguno de los dos Un Saludo!
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