¿Quién está ahí?
Le faltaba poco para ser
considerada unas ruinas, sus viejas paredes se descascarillaban solo con un
soplo de aire, los cristales que todavía quedaban en pie habían adquirido un
color marrón oscuro, en otras de las ventanas apenas quedaban restos de cristal.
Un portalón verde gastado por el tiempo y medio abierto dejaba intuir que, nada
bueno, podía suceder una vez se traspasase. Una vieja chimenea era lo único que
parecía que por ella el tiempo no había pasado.
Delante de aquel portalón quiso divisar si se podía ver algo dentro, asomó la cabeza con cautela, estaba oscuro, lo más cercano que podía divisar eran unas vigas medio caídas. Observó basura de otros inquilinos, pequeños roedores, moviéndose libremente a sabiendas de que ningún humano con sentido común entraría en aquel lugar. Un viejo cuadro desgastado colgaba por una esquina de una columna en el medio de la gran sala. Mientras miraba pensaba en todas aquellas personas que durante años cruzaron aquella ajada puerta buscando un sustento para sus familias.
Aquel deshabitado pueblo fuera creciendo a medida que buscaban trabajadores, ahora sus calles estaban vacías, las casas desvalijadas, derruidas, algunos perros y gatos moraban libremente de una propiedad a otra en busca de algo que llevarse a la boca.
No le quedaba más que
entrar y buscar algo que le pudiese orientar sobre su origen, quienes habían
sido sus padres, de donde venían sus antepasados, creía que era muy triste no
saber quién eras, para poder determinar a donde ir.
Fue dando pasos inseguros
hacia el interior, algunos rayos de sol entraban por entre las rendijas
abiertas por el deterioro. Un largo pasillo llevaba hasta unos destartalados
archivos, por algunos de sus abiertos cajones podía ver papeles, tenía que
llegar hasta allí, comprobar que aquel apellido que por casualidad había
descubierto fuese de su familia y le pudiese dar una pista para seguir
indagando.
El crujir del viejo
tejado la asustaba, parecía que de un momento a otro caería sobre ella, siguió
adelante, ya estaba a medio camino, espantaría el miedo que le daba estar allí
sola, el querer saber le hacía ser temeraria, arriesgada, osada, muy atrevida.
Delante del archivador
agarró el asa con cuidado tirando hacia sí misma, aquel ruido la desconcertó,
miró hacia los lados, no había nadie. Continuó abriendo hasta que varios
papeles quedaron a la vista, uno por uno fue mirando todos aquellos apellidos,
si estaba allí lo encontraría. Tres documentos contenían lo que buscaba, correspondían a dos
hombres y una mujer, los dobló delicadamente para salir lo antes posible de
aquel lugar.
Una puerta al fondo de la
nave chirrió como si se estuviese abriendo, se agazapó detrás de los viejos
archivadores, sin que la puerta se abriese, vio salir a un hombre, llevaba un uniforme,
se adelantó unos pasos hacia el interior de la sala y gritó:
—¿Quién está ahí?
No sabía qué hacer,
temblaba, levantó un poco la cabeza, se dejó ver.
—Perdón, es que estoy
perdida, pensé que aquí habría alguien que me pudiese ayudar.
—¿Quién está ahí?
—Hola…. Ya le he pedido
perdón, voy a salir ¿Vale?, no estaba haciendo nada malo, voy a salir.
Se colocó delante del
hombre uniformado, él volvió a preguntar
—¿Quién está ahí?
No podía ser, se quedó
paralizada mirando aquellos ojos sin vida que la traspasaban, no la miraban
directamente a pesar de estar delante de él. ¡Dios santo! ¿Qué era aquello?,
dio unos pasos hacia atrás, el guarda volvió a preguntar
—¿Quién está ahí?
Echó a correr lo más
deprisa que pudo.
Cuando sus pulmones no
disponían de suficiente aíre para seguir corriendo, se acordó de las viejas
historias escuchadas sobre aquel hombre, ahora sabía que eran ciertas, lo había
visto.
Contaba la leyenda que el
vigilante de aquella vieja fábrica continuaba velando por ella, nunca había
abandonado su trabajo.
Uff que grima! anda que no hay historias así por el mundo que aún hoy en día aseguran que siguen viendo a personas. Yo soy el nuevo vigilante y me sale el corazón por la boca del susto!
ResponderEliminarBesazos
Nice.
ResponderEliminarPlease follow my son's blog too.
¡No me esperaba ese final, está muy genial, por un momento pensé que ella, como la intrusa al final la encontraría algo extraño, y tenía razón, me gusto el suspenso al final, excelente!
ResponderEliminarHola guapa!
ResponderEliminarQué bueno el final!! No me lo esperaba. Ha sido un giro sorprendente y chulo!! Durante todo el relato me has mantenido muy intrigada, así que te felicito por el buen suspense que has creado!
Un abrazo.
Hola!
ResponderEliminarMe parece muy interesante el relato de hoy. Tiene el punto justo de angustia que deja al lector sobrecogido. Muchas gracias por compartirlo con nosotras.
Un besote!! ^,^!!
ELEB
Hola, la historia de hoy me tuvo en pleno suspenso. Una combinación de nervios, tristeza, y ansiedad de saber que pasaría. Muy interesante, el relato me atrapó totalmente. Gracias por compartir.
ResponderEliminarMe estaba encantando la historia porque me gustan los edificios antiguos, cuando el giro de guión del final ha conseguido meterme el miedo en el cuerpo. Gracias por compartir, un abrazo
ResponderEliminarDesde luego...mira que se lo haces pasar mal a los protagonistas de sus historias. Que aquí solo buscaba encontrarse y poco más y no lo cuenta del susto que se llevó con el vigilante fantasma ;) Bss.
ResponderEliminaruff vaya final ... te mantiene en vilo durante todo el relato. Consigues meter el miedo en el cuerpo del lector. Enhorabuena.
ResponderEliminarun besote
¡Hola!
ResponderEliminarLa verdad es que este relato me ha transmitido una grima de aupa pero a la ve confieso que algo de ternura, por ese vigilante que incluso habiendo traspasado y que aquello ya no era lo que un día fue, seguí al pie del cañón, sin abandonar su lugar de trabajo.
Pero vamos, me pasa a mí y no se si me daría tiempo a correr o me quedaría ahí frita, con lo asustadiza que soy....
Como siempre, un relato de esos que te atrapan.
Besotes
Todo un relato para no dormir! Terror y miedo. Estas historias de almas en pena siempre me han sobrecogido. Estupendo relato, Mar! Felicidades! Un fuerte abrazo!
ResponderEliminarUn relato donde la atmósfera de desolación está muy bien lograda. Nos adentras en un lugar donde se intuye que cosas malas pueden suceder. El final me encantó con ese personaje espectral. ¡Muy bueno!
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