Puente al Edén
Desde que el hombre tiene
conciencia intentó buscar la fórmula de conectar con el más allá, con aquellos
que ya no estaban entre los vivos, simplemente por saber que había al otro
lado, que sentido tenía vivir en la tierra que influyese una vez la abandonabas.
Simón, sabía lo que era
pasear por el cielo, estaba seguro de que el puente entre la vida y la muerte
era hermoso, no era demasiado largo, sin embargo, llevaba su tiempo cruzarlo.
Pues a pesar de la paz que reinaba en todo aquel trayecto, en su mente quedaban
los resquicios de una vida terrenal que le impedían avanzar.
Una vez llegó a final
descubrió que la vida seguía de otra forma, con otras expectativas, con
ilusiones que nunca había percibido. Una paz interior difícil de transmitir, su
llegada fue recibida por otros que acababan de ascender o que ya llevaban
tiempo disfrutando de la paz.
Priscila, luchaba por
quedarse en la tierra e inventaba paisajes felices, necesitaba apartar el
sufrimiento, deseaba recuperarse rápidamente. Para ello creo su mundo imaginario
donde también estaba Simón, el amor de su vida, se lo había llevado con ella a
ese paraíso, en el cual estuvieron muchos meses, mientras ella continuaba en un
coma profundo.
El despertar de Priscila
fue inesperado, le llevó días ordenar su cerebro, la situación vivida, la
inmovilidad, el cansancio estaban presentes, mientras descubría que su ilusión
del paraíso se había esfumado junto con Simón.
Permaneció varias semanas
inmovilizada, con sus extremidades rígidas, con pensamientos desordenados llenando
su cabeza, con emociones dispares que no sabía cómo afrontar, buscaba consuelo
en una mirada que nunca más volvería a ver.
Desde el otro lado del
puente, Simón la miraba con tristeza por no tener que dejarla. Notaba su dolor,
su pena, sus pocas ganas de vivir, y con el amor de su corazón bajó junto a
ella, se tumbó a su lado para decirle que estaba bien, que nunca la olvidaría.
Le susurró que cuando le tocase cruzar, sería al primero al que vería, nada de
lo que quedase en la tierra le impediría volver a empezar.
Así, con un beso se
despidió de Priscila, regreso a la patria celestial para esperarla.
El vivo de una manera u otra, olvida.
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarQue bonito. Sin duda el amor de Simón hacia Priscila, es uno de esos del que muchas hablan pero pocos tienen.
No obstante, los humanos somos seres egoístas, y entiendo en parte que Simón anhelase que su amada se fuese con él. Pero sinceramente, me alegra que no hay asido así y que él comprendiese de un modo u otro, que a ella le quedaba mucho por hacer.
La verdad es que no creo en el más allá, pero reconozco que sería bonito que existiese y así poder reencontrarnos con nuestros seres amados.
Besotes
¡Hola!
ResponderEliminarMe ha parecido un relato muy interesante por la profundidad de la cuestión y por el punto de vista que nos pones de él. El volver a la vida siempre es algo que merece la pena celebrar y la verdad es que aquí parece que es lo que como pierde todo. Me gusta el enfoque. Gracias por compartirlo con nosotros.
Un besote!! ^,^!!
ELEB
Hola guapa, pues me ha parecido un relato de lo mas emotivo, me ha gustado mucho como lo has planteado y todos los sentimientos que destila, es ademas una bonita manera de pensar en la existencia del mas alla! besos
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