Al otro lado
Llevaban varios días
observando como una esquina del salón se iluminaba durante unos segundos, era
una luz brillante que emitía fogonazos contra el aparador, cada vez pasaba más
a menudo, habían mirado todos los cables, apartado el aparador, el sofá y no
encontraron nada que produjese aquellos destellos.
Desde que aquella luz
había aparecido, sentían miedo, comentaban que podría ser aquello, cada uno de
los tres miembros de la familia investigaban por su lado sin descubrir nada que
pudiese orientarles sobre aquel fenómeno.
Evitaban estar solos en
la sala, tenían miedo, ¿de qué?, no lo sabían, no entendían que sucedía en
aquella esquina de su salón.
Una tarde/noche, el
padre, la madre y la hija se recostaron en el sofá para una sesión de cine, la
noche estaba estrellada, sin embargo, hacía mucho frío y no apetecía salir a
pasear.
A mitad de película, el
padre se quedó dormido y la madre y la hija vieron como volvía la luz, ahora no
parpadeaba, estaba estática, costaba mucho mirarla fijamente por lo luminosa
que era, despertaron al padre, que saltó del sofá como si lo empujase un
resorte, al mismo tiempo que dentro de aquella luz se iban materializando
personas.
—¿Mamá?
Una mujer fue la primera
que se materializó, miraba a aquella familia con amor, con ternura.
—¡Dios mío, mamá! —La
mujer se levantó del sofá para intentar acercarse a la que había llamado madre.
—Hola, cariño, tu padre
también está aquí, y Raúl, que seguro que ya no lo conocerás.
—¡Oh, mama! ¿Dónde está
mi pequeño? —poco a poco Raúl se fue materializando, se había ido con cuatro
meses y ahora ya tenía seis años.
Quería abrazar a su hijo,
pero aquella luz solo les dejaba verlos, apareció también su padre, allí
estaban los tres, aquellos que habían compartido aquella casa con ellos. Estaba
feliz de saber que estaban bien, que no todo se acababa, que existía algo donde
seguían creciendo.
—Hija, sabes que tu padre
no podía continuar sin haceros saber que hay otra dimensión dónde estamos los
que abandonamos la vuestra, ha estado estos últimos años luchando por conseguir
llegar a vosotros, aquí estamos, estoy tan feliz de veros bien, que hayáis
superado todas las desgracias y que la tristeza solo sea esporádica.
—¡Mamá, papá, mi
pequeño!, gracias por cuidar de él, gracias por traernos esta paz que tanto
necesitábamos, ahora viviremos sin la carga del miedo y de la tristeza. ¡Os
quiero mucho!
—¡Lo sé, hija mía, lo
sé!, esto no va a durar mucho tiempo más, solo deciros que el conocimiento es
la libertad, el saber es la paz, el vivir sin temor es la felicidad. Queríamos
mostraros que nada termina, todos pasamos de una dimensión a otra cuando se nos
acaba el tiempo…
La luz desapareció tal y
como había llegado, los tres se quedaron mirando al vacío, incrédulos de lo que
allí sucediera, pero felices por descubrir lo que había más allá de lo que
podían ver o tocar.
¡Hola!
ResponderEliminarQue historia tan bella. La verdad es que soy de las que no cree que hay un más allá, pero admito que me gustaría mil pensarlo. Saber que mis seres queridos que ya no están habitan en un lugar y cuando me toque partir a mí, pueda reencontrarme con ellos. Y como no, me encantaría poder verlos ahora mismo, vamos, sin dudarlo.
Besotes
Podés creer,es verdad
EliminarHola guapisima! Cómo siempre un relato que lleva tu sello, con esa parte intrigante, fantasmal, que pone un poco el vello de punta, y con un final tierno, que no esperas, y que te encoge el corazón. Me encanta! Te vas superando! Un besote!
ResponderEliminarHolaa,
ResponderEliminarLa historia es muy bonita y creo que en parte es lo que todos deseamos. Saber que existe el otro lado y que nuestros queridos están bien. Me ha gustado mucho.
Besotes
Hola Mar, un relato que lleva tu sello pero que esta vez si nos desvelas un poco más. Me gusta pensar que somos energía y como tal "no se destruye solo se transforma".
ResponderEliminarPrecioso relato aunque a cualquiera nos asustaría de entrada.
Saludos
Hola!
ResponderEliminarSería bonito y a la vez un poco aterrador ver a nuestros seres queridos de vez en cuando. La verdad es que creía que iba a ser un relato de miedo pero ha sido un giro más agradable.
Besos!
Hola! Me gusto muchisimo el relato, seria maravillo poder vivr esa experiencia, ver a mis seres queridos y saber que estan bien. Lo dicho me encanta este relato, el final es fantastico. Ojala sea asi una vez no toque partir. Besos
ResponderEliminarHola
ResponderEliminarMe ha parecido un relato muy bonito, la verdad es que sería genial poder volver a ver a nuestros seres queridos y me ha gustado como lo has transmitido en la historia.
Besos
Hola guapa
ResponderEliminarUna historia muy bonita, desde luego es de las que llega al corazón. Y es que quien no querría pensar que eso puede ser
Por cierto, me gusta mucho el cambio que le has dado al blog
Un besazo
Creo que a todos nos gustaría tener contacto con las personas que ya partieron al menos saber que están bien y que algún día las volveremos a ver, bonito relato.
ResponderEliminarHola
ResponderEliminarMe gusto mucho tu historia, me tomo por sorpresa el final, creo que es un deseo natural de todos nosotros
saber si nuestros seres queridos, que ya no están con nosotros, se encuentran en un mejor lugar, que maravilloso seria al menos tener esa certeza.
Mientras tenemos que creer que así es.
Saludos.
Simplemente decirte que ojalá esto no fuera un relato de ficción. Nunca estamos preparados para decir hasta siempre a alguien y sería genial poder verlos de nuevo, bss!
ResponderEliminarUna bonita historia sin duda, sin duda, nunca estamos preparados para decir adiós a las personas queridas y se daría todo por verlas de nuevo, aunque sea un instante. Me ha encantado leerte, sin duda, la historia llega al corazón
ResponderEliminarMe ha parecido un relato muy emotivo, tiene que ser precioso poder ver a tus seres queridos y saber que están bien aunque en una dimensión diferente. No sé cómo que más allá de esta vida, pero sí creo que hay algo más, y saber que tu familia está unida es muy tranquilizador.
ResponderEliminarHola wapa! A mí me pasa eso y me mudo de casa! Jajajaja. Seguro que me hubiera emparanollada con que era un fantasma y ya no podría dormir!
ResponderEliminarBsss
Que preciosa historia y cuanto quiero creer que quizás sea verdad,quizás en mi salon una vez aparezca esta luz que tanto hecho de menos ...
ResponderEliminarQue bonito cuando aparece una luz en medio de la oscuridad. Me ha gustado mucho el relato que nos dejas.
ResponderEliminar