Si Dios quiere
Sentarse en un banco
mirando al mar era una de sus actividades preferidas, el sonido de las olas
batiendo contra la orilla le producían una sensación de paz, tranquilidad y
sobre todo la relajaba hasta el punto, de olvidarse por unos minutos de todo
aquello que la alteraba.
Llevaba meses acudiendo a
aquel mismo sitio durante la hora de la comida, necesitaba aquel sosiego que la
preparaba para continuar con su jornada. Ese día dos ancianas conversaban en el
banco contiguo, podía oír claramente la conversación que tenían, pues sus oídos
ya no eran muy finos y alzaban la voz como si estuvieran solas en el mundo.
—¿Qué dices?, habla más
alto que no te oigo.
—¡Estás como una tapia!,
te digo, que porque siempre dices “Si Dios quiere”, si no eres creyente.
—¡Pues! Porque es una
frase hecha, se dice sin más.
—¿Pero, entonces no crees
en nada?
—¿Qué quieres que te
diga?, no, no creo en un hombre de barba blanca mirándonos desde el cielo,
porque si realmente existiese, a mí nunca me miró.
—¿Por qué dices eso?,
Dios tiene que existir, si no fuese así ¿Cuál sería nuestro fin, nuestro vagar
por la vida? ¡Eh!
—Tú puedes pensar lo que
quieras, pero yo también puedo opinar. He perdido a dos hijos, algo por lo que
ninguna madre debería pasar, me he casado con un hombre a la fuerza, que
tampoco no fue muy bueno conmigo. He querido estudiar y mis padres no me
dejaron, decían que las mujeres estaban destinadas a su casa, a su marido y a
sus hijos. Trabajé de sol a sol y nunca he conseguido llegar a final de mes,
ahora tengo una pensión y vivo decentemente, pero cuando realmente lo
necesitaba no tuve nada, ¿entonces, dime? En algún momento Dios me escuchó, me
ayudó, salvó a mis hijos.
—A veces Dios nos pone a
prueba.
—¡Vaya! ¡No me digas!, ¿a
prueba de qué?, ¿qué es lo que quiere? ¿Qué cuanto más suframos, más creamos en
él?
—No, es el Dios que te
recompensará por todo lo sufrido, al que acudirás cuando llegue tu hora, el que
nos ama, el que nos permite continuar a pesar de las desgracias, el que nos
deja disfrutar del sol, del aire, ese, que llevamos en nuestro corazón.
—He acudido a él en
muchos momentos a lo largo de la vida y, me he dado cuenta de que nunca me
escuchó, lo que me dé ahora no me interesa, yo no quería nada para mí, lo
quería para mis hijos, eran niños inocentes. Mi sufrimiento a lo largo de todos
estos años no se premia ahora con recompensas, ¿sabes cómo volvería a tener
fe?, si ahora mismo volviese al año en que mis hijos murieron y me los salvase,
que estuviesen a mi lado. Pero eso no lo va a hacer ¿sabes por qué?, porque
después de la muerte no hay nada, nacemos, vivimos, unos bien, otros regular,
otros sobreviven y otros se dan la gran vida, pero al final todos acabamos en
el mismo lugar, sin pena ni gloria.
—Yo no lo pienso, estoy
convencida de que Dios existe, está entre nosotros, no voy a decir que sea ese
hombre de barba blanca, pero si hay algo poderoso que nos ayuda en momentos
difíciles, que nos levanta cuando nos caemos. Supongo que cada uno tiene su
dios particular, pero de que todos creemos en algo, es cierto. Se llame como se
llame, pues si no, la vida no tendría sentido, para qué trabajar, sufrir,
llorar, tener hijos, amar si no existiese un final divino.
Tener que levantarse de
aquel banco le resultaba difícil, realmente aquellas dos mujeres tan distintas,
cada una con sus argumentos le habían hecho pasar una hora atenta al debate.
¿Era posible que no existiese nada o realmente existía lo que cada uno deseaba?
También era cierto que la frase “Si Dios quiere” se escuchaba muy a menudo, tanto
en creyentes como no creyentes.
Le hubiera gustado seguir
escuchando a aquellas dos ancianas para saber a qué conclusión llegaban, las
miró al levantarse regalándoles una sonrisa y comenzó a caminar mirando al
cielo, preguntándose cuál de las dos tendría más razón.
Muchas personas querrían saber la respuesta ❤
ResponderEliminarLamentablemente el ser humano pasa por tantas cosas y momentos difíciles. Pero lo que creo es que Dios no prueba a nadie ni se complace en su sufrimiento. Al contrario como un buen padre siente nuestro dolor y no le pasa desapercibido y siempre nos ayuda de una u otra forma lo que sucede es que muchas veces no meditamos y reflexionamos en la forma que hemos recibido su ayuda porque lamentablemente el ser humano tiende a esperar es que Dios haga lo que uno quiere, en el momento que uno quiere y resulta que eso no puede ser porque solo el conoce todo el panorama sabe que cosas nos conviene y cuáles no y sabe cuál es la mejor manera de ayudarnos.
ResponderEliminarY pues no podemos culparlo de lo malo que nos sucede porque hay algo que se llama es suceso imprevisto que nos puede ocurrir a cualquiera. Por estar en el lugar y momento equivocado
Además, pienso que el ser humano también es muy responsable de lo que le sucede por ser egoísta, fomentar la violencia y maldad.
Por supuesto, esto es lo que creo, respeto lo que los demás piensan pero es mi humilde opinión jeje.
Saludos cordiales.
Excelente reflexión? Personalmente creo que hay un Dios, pero que no castiga, no nos engaña o desea el mal. Sin embargo si creo en que todos tenemos el poder de ser felices sin necesidad de dejarle todo a Dios y hacernos responsables de nuestra vida y desiciones.
ResponderEliminarMe encanta como te expresas, muy lindo y yo tambien pieso que Dios esta entre nosotros que es cuestiòn de sentir de fe y creer, las cosas son posibles tanto como nosotros mismos lo creamos.
ResponderEliminarTema muy difícil y controversial. Cada cabeza es un mundo, cada alma late a su propio ritmo. Tema que siempre será tratado y siempre causará debates.
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarCreo que es un tema del que jamás vamos a poder sacar conclusiones reales.
Yo admito que no soy creyente, porque se me hace imposible creen en ese Dios con todo lo que muchos hemos vivido.
Pero vamos, también soy de la que respeta todo tipo de ideologías, porque no hay nada como el respeto hacia los demás. Esa sin duda es la religión que todos deberíamos seguir.
Besotes
Y tanto que se usa esa coletilla, independientemente de que se crea o no, es una de tantas que está arraigada en nuestra cultura. El debate sobre este tema nunca va a tener una respuesta correcta, pero que sea así de sano y no que promueva guerras,bss!
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminarGracias por compartir. Bueno es una expresión que sale de la religión pero hoy en día, en la mayoría de los casos, no es más que una costumbre, la mayoría de la gente lo dice sin pensar. Yo por ejemplo siempre contesto a esto: -y si no también.
Chris T. Nash
EliminarEs cierto lo de la frase hecha, la escucho mucho en no creyentes también. Respecto al debate, es algo que nunca tendrmos respuesta, depende la fe, de lo que cada uno quiera aferrarse, se puede llamar Dios, destino...
ResponderEliminarMe he visto tan reflejada, me he sentido tan cercana a esa conversación.
ResponderEliminarDe nuevo diré que es un placer leerte. Un abrazo.
Probablemente sea la pregunta que más gente se ha formulado. Supongo que es cuestión de creer o no, sin más explicaciones racionales. Excelente relato de reflexión!
ResponderEliminar