¿Por qué?
Mientras esperaba recordaba una frase de Benito Pérez
Galdós: “Lo desconocido y misterioso busca sus prosélitos en el reino de la
desesperación, habitado por las almas que en ninguna parte haya consuelo”. Por
fin le llegaría el descanso tan deseado, realmente la espera no fuera muy larga
y se alegraba; en primer lugar por poder mirar a la cara del culpable y en
segundo lugar porque sus días de maldito infame llegaran a su fin, ya nunca
haría daño a nadie más.
Observó su cara de desconcierto, su mirada perdida
entre el miedo y la sorpresa, estaba descubriendo una realidad que nunca en su
vida habría imaginado, de haberlo hecho intentaría vivir la vida con respeto y
lealtad a sus semejantes.
Por un momento sus miradas se cruzaron, se dio cuenta de
que no la reconocía, llevó la iniciativa.
—Te estaba esperando. No has tardado demasiado.
—¿Me estabas esperando a mí? Pues lo siento, no sé quién
eres.
—Yo sé quién eres tú, nunca olvidaría tu cara, tu
mirada, tu malvada sonrisa.
—Creo que me estás confundiendo, en este lugar nadie
espera a nadie.
—Posiblemente, sin embargo, yo si tenía que esperar,
tengo una pregunta que hacerte.
—¡Bien! ¿pues házmela?, no tengo mucho tiempo, me han
dicho que aquí solo se puede estar unas horas.
—No te preocupes, tienes mucho tiempo, mi pregunta es
sencilla, o eso supongo.
—¿Pues a que esperas? ¿Cuál es la pregunta? Realmente
creo que estás aquí porque estás loca, y me gustaría saber de que me conoces, pues
nunca en mi vida te he visto.
—¿Qué no me has visto?, ¿Qué no me conoces?, es
increíble, a cuantas le hiciste lo mismo, cuantas sufrieron con tu maldad.
—¡Mira, lo siento, me voy!
—¡No, no te va a ir, sin antes decirme! ¿Por qué, yo?,
¿Qué te hice?, ¿Por qué me elegiste a mí?, ¿Por qué me arrebataste mi vida?
—Ah!!!, ya entiendo, tú eres una de ellas, una de mis
chicas, pues no fuiste demasiado importante porque no me acuerdo de ti, sin
embargo, si me acuerdo de otras.
—Me da igual si fui importante o no, solo quiero saber
¿Por qué?
—Porque yo soy así, no lo puedo evitar, pero ya ves
ahora estamos en el mismo lugar.
—No, perdona, no estamos en el mismo lugar, yo te he
esperado porque necesitaba respuestas, pero tu lugar no es este, no creas que
no hay castigo, no pienses que te has salvado. Dime ¿Por qué?
—Porque estabas en el lugar y en el momento especial
en el que necesitaba hacer lo que hago, violar, maltratar y matar. Pero ahora
los dos estamos muertos, ¿Qué crees que me puedes hacer?
—¿Yo?, nada, aquí se decide como pasarás la eternidad,
mi camino es ese en el que brilla la luz, el tuyo es ese otro en el que estarás
atormentado por los siglos de los siglos.
Ella caminó hacía la luz y él fue arrastrado por
sombras oscuras que se clavaron en su cuerpo donde estaría pagando todo el daño
causado a veinticinco mujeres inocentes.
Ojalá!!!! Ojalá sea así y cuando morimos exista realmente un purgatorio donde decidan donde va cada uno y las almas malas sufran siempre. Que de un modo u otro pagarán por lo que han echo
ResponderEliminarIndudablemente, todo se paga. Y en este plano terrenal, antes que nada.
ResponderEliminarEspero que se quede allí por la eternidad... Me gustó mucho la historia, como siempre. Besos!
ResponderEliminarOuch. Una imagen tétrica sin duda.
ResponderEliminarEsto me recuerda una escena de Ghost y aquellos malos en forma de sombras o manchas negras que se llevaban al asesino... el sonido que producían me daba escalofríos y durante un tiempo también pesadillas.
ResponderEliminarProbablemente allí se encuentre con Elisabeth Bathory, que también era muy mala. Bueno, y con Jack el destripador. Y Lizzie Borden, más mala que Jack.
ResponderEliminarPues siempre nos intriga saber que sucede después de la muerte, si es que aquellos que hacen maldad tienen un castigo por sus acciones, algún día lo averiguaremos.
ResponderEliminarHolaa,
ResponderEliminarCreo que sería el consuelo de muchos el saber que esa maldad realmente será pagada. Es algo que o bien nunca sabremos o lo cuando así sea no lo podremos contar.
Besotes
¡Hola!
ResponderEliminarLa verdad es que, y me uno a los comentarios de muchos de tus lectores, que ojalá eso fuese así. Que todo aquel que hace el mal en la tierra, sea donde sea, lo pague.
Confieso que no soy rencorosa, pero es que hay cosas que quizás es porque no me entran en la mente y se escapan de mi entendimiento, que en esos casos, puedo llegar a tener pensamientos crueles, y para con los asesinos o violadores, no hay piedad que valga.
Com siempre, un relato fascinante, y con un final, que auguro que muchos, yo la primera, no esperábamos.
Besotes
Hola guapa
ResponderEliminarOjala existiera esta justicia cósmica, los que hacen tanto mal deberían recibir su merecido. Pero también las personas inocentes que sufren ese mal deberían poder recibir sus respuestas
Por desgracia, no sabemos si esto realmente pasa o no...
Me ha gustado mucho!
un besazo
Vaya historia... Espero que finalmente la justicia exista y aunque no hay razones para tanta maldad, las víctimas merecen respuestas para seguir adelante.
ResponderEliminarMucha gente se justifica, bueno, más bien se excusa en el "yo soy así, no puedo cambiar". Es una mentira. Claro que se puede cambiar, lo hacemos a lo largo de nuestra vida, pero hay que tener esa intencionalidad
Que fuerte! por un momento creo que era una escena de amor o una desilusión pero con forme vas leyendo zas! te da el golpe de otra historia cruel y que sigue sucediendo en nuestros días una triste realidad y no cualquiera supera una situación así, muy pocas personas deciden poner frente a su problemas y realidad. Saludos escribes que enganchas al lector.
ResponderEliminarCreo que, independientemente de que se crea o no en algo, todos tenemos la esperanza de que al final cada uno acabe donde se merece y los malos actos tengan su castigo, como has hecho con tu relato,bss!
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