Toda una vida
¿En cuánto se puede valorar toda una vida?, si al llegar a una cierta edad se hace balance ¿Cuántas cosas se cambiarían?, o por el contrario ¿Se le agradecería simplemente el haber disfrutado de la vida deseada?
—¡Abrí un poco las
ventanas!, parece que va a refrescar, ¿si quieres que vayamos a dar un paseo
ponte algo de abrigo?
—No voy a llevar nada,
después todo me sobra.
—No importa, yo te llevo
una chaqueta por si acaso.
El cielo estaba cubierto de nubes, sin embargo, no amenazaba con llover, la temperatura resultaba agradable, esos días de tormenta que en lugar de refrescar el calor era algo pegajoso. Las seis de la tarde, la hora que tenían destinada a ese paseo por el campo para luego pasar por la avenida donde los escaparates lucían todas las prendas y accesorios de la temporada, antes de regresar se tomarían un descafeinado en una terraza viendo a la gente pasar y pensando que si los pensamientos fuesen libres cuantos de aquellos que pasaban eran dichosos o por el contrario tristes o desesperados.
—¡Buenas tardes, pareja!,
¿les pongo lo de siempre?
El mismo camarero que
llevaba ya muchos años atendiendo aquella terraza repleta de gente de todas las
edades. Era una de esas terrazas bien ubicadas, donde había espacio para todos
y lo más importante estaba resguardada del viento, pues los grandes edificios
la cobijaban y en verano se agradecía la sombra que prestaban.
Se sentaron a una mesa de
las del fondo desde donde podían observar todo aquel ir y venir de personas que
buscaban un lugar tranquilo para relajarse después de una tarde de compras o de
trabajo.
Cerca de la cafetería un
cine de esos que ya no quedaban, ahora casi todos estaban en centros
comerciales, si bien ese había subsistido pues una gran fila de gente joven
esperaba para sacar su entrada, la película que anunciaban era una de
superhéroes, de ahí la gran afluencia de jovencitos.
Aurelio cogió la mano de
Amelia y la miró con tanta ternura que ella se estremeció, le resultaba
increíble que eso todavía le pasase después de una relación tan larga.
—¡Cariño!, ¿tienes frío?,
tengo aquí tu chaqueta, ¿quieres ponértela por los hombros?
—¡No tengo frío!, estoy bien,
¿sabes?, me gusta este sitio, me gusta mucho ver la gente pasear, esas parejas
que todavía no saben que están enamorados, el bullicio que causa la alegría de
ir de compras, a los niños saltar y correr. ¿Qué bonita es la vida?, ¿verdad
Aurelio?
—Sí, es cierto, con que
poco nos conformamos algunos, yo soy feliz de tener tu mano entre las mías, de
pasear contigo, de tomarnos este café, algunos pensaran ¿qué pocas cosas hacen
estos dos?, pero no se dan cuenta de que es mucho, que estas pequeñas acciones
las vivimos y las disfrutamos juntos.
—Aurelio, hoy en día todo
son dramas, pocos intentan vivir su vida, quieren vivir la de los demás, pocos
se interesan por sus seres queridos, pero si, por aquellos que no conocen y que
nunca en la vida vieron, es triste Aurelio, no se dan cuenta de que el mundo no
se va a parar, que sigue girando, que un día todo se termina y uno tiene que
valorar que hizo, como lo hizo, para quien lo hizo y por qué.
—¡Bueno Cariño!, nos
queda un buen tramo para llegar a casa, ¿iremos yendo?
—Te quiero mucho Aurelio,
¿lo sabes?
—Claro que lo sé, tú me
quieres y yo te quiero, si tuviese otra vida rezaría para volver a encontrarte,
para volver a estar contigo.
—Es que a veces te veo
mirar a las más jóvenes.
—No voy a decir que no
las miro, claro que las miro, solo para recordar que ninguna es tan bonita como
tú, que tengo a mi lado la mujer más hermosa del mundo, la más alegre, mi mujer,
y pienso en la suerte que tuve de que te enamoraras de mí.
—No te voy a negar que
también miro a los más jóvenes de vez en cuando, y lo hago por el mismo motivo,
soy feliz y lo he sido siempre.
—¡Bien cariño!, pues recordemos
que tal día como el de mañana nos casamos y tendremos que celebrarlo, aunque
sea con una copita de vino dulce entre los dos, setenta años juntos es un buen
motivo de celebración.
Qué bonito! "Aquellos que aún no saben que están enamorados". Bueno, esto, esto es VIVIR, esta es la Vida. Gracias siempre Mar!
ResponderEliminarLeo la historia de amor longevo de Aurelio y Amelia, y a pesar de que admiten mirar cuerpos apetecibles más jóvenes, no cabe imaginar otra cosa que un mundo sin abogados matrimonialistas que se morirían de hambre ante tanto amor correspondido.
ResponderEliminarEs un tema, que a los que llevamos una vida en compañía, de muchos años de amor conyugal, siempre nos conmueve. Por que seguimos viviendo plenamente, pero siempre dando una ojeada al camino recorrido!
ResponderEliminarUy que lindo relato de los que te sacan un suspiro. Te mando un beso
ResponderEliminarEs un excelente relato, como todos los que escribes. Gracias por compartirlo.
ResponderEliminarQue bonita reflexión definitivamente hay que valorar la vida y con quien la compartimos pero sobre todo sacarle provecho a esas pequeñas cosas y momentos que parecen insignificantes pero que son las que de verdad valen la pena. Me gusta mucho eso de ir a la terraza a ver pasar la gente tengo rato que no lo hago así que me trajo buenos recuerdos... saluditos
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarCreo que hoy con este relato has descrito a la perfección el sueño de muchos, o bueno, al menos el mío.
Poder compartir la vida con esa persona que hace que las pequeñas cosas del día a día sean inmensas, y como no, sentirse amado y amar creo que es una de las sensaciones más bellas que nos puede regalar la vida.
Besotes
Qué lindo texto! Escribís muy bien!
ResponderEliminarSaludos!
Mira que ya me estaba imaginando una reprimenda con eso de "te he visto que miras a las más jóvenes". Qué historia tan bonita, que sigan manteniendo el sentimiento y no que sigan juntos por costumbre, que les pasa a muchas parejas mayores,bss!
ResponderEliminarNo hay nada más bonito que el amor y poder compartir ese amor con esa persona afín a ti, el día a día, sentirse amado mutuamente, lo has descrito perfectamente, me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn besazo!
Bellísimo relato, me gusto mucho, tu Blogger también.
ResponderEliminarAbrazo
Y a lo creo que es motivo para celebrar, toda una vida juntos nada más y nada menos y encima con ese amor y respeto.. :) me ha encantado, me parece super tierno. Un besito guapa.
ResponderEliminarOhh qué bonito! Pues tiene mucho mérito y más hoy en día que las relaciones largan sigan existiendo. Justo lo hablaba con mi marido hace poco cuando vimos a una pareja de mayores paseando cogidos de la mano. Me pareció de lo más tierno
ResponderEliminarQue bonito cuando las relaciones superan el paso del tiempo, la vida va tan rápido que son esos momentos los que deberíamos disfrutar más seguido, disfrutar de las personas que nos aman y amamos y no perder mucho tiempo mirando la vida de los demás.
ResponderEliminarHola guapa
ResponderEliminarDe todos tus textos y relatos que he leido creo que este es mi favorito, lleno de sentimientos y emocion, con nostalgia pero con alegría, amor y vida
y eso es lo que quiero resaltar estos dias
Un besazo