Bernardino, su pasión bailar
Durante siglos y siglos el alcohol se encuentra arraigado en nuestras vidas, para unos de forma habitual, para otros es algo eventual, también se pueden incluir los que se consideran bebedores sociales, si bien los hay que no prueban ni una gota de ninguna bebida alcohólica.
Bernardino se consideraba
bebedor social, tenía un problema de mutismo selectivo y su gran pasión era
bailar todo tipo de música además de gustarle la vida nocturna, ir de
discotecas, de pub, de fiestas patronales. El mutismo que padecía no le
permitía salir a divertirse y bailar hasta caer agotado. Pero un día descubrió
que con dos copas era otra persona, su locuacidad y desinhibición en ese trance
le permitía disfrutar de forma desenvuelta que incluso hasta parecía natural.
Padecer ese tipo de trastorno no era entendido por muchas personas, el que su
mente seleccionase con quien interactuar y a qué horas era algo difícil de
comprender para una persona extrovertida.
Bernardino consiguió
salir a bailar y divertirse con esas dos copas que sin llegar a nublar su
juicio le permitían ser la persona que siempre quiso ser. Su pasión por el
baile era algo que le venía desde muy pequeño, en su soledad creaba coreografías
que luego ponía en práctica esas noches cuando la pista de baile casi estaba
vacía, ahí fue descubierto por un cazatalentos que se prendó de su arte,
durante una hora conversó animadamente con ese empresario, no obstante, al día
siguiente no tuvo el valor de llamarlo tal y como habían quedado.
Una oportunidad
desperdiciada, él lo sabía y maldecía aquello que le pasaba, tenía que buscar
el valor de poder acudir a alguien que le pudiese ayudar, sin embargo, no era
capaz ni de tomar esa decisión.
En ocasiones desesperadas
uno piensa que la vida no es justa ni complaciente con nuestros deseos, si
bien, Bernardino tuvo su oportunidad, llegó el día que bailó y bailó hasta caer
agotado, se acercó hasta aquel ojeador y le explicó cuál era el grave trastorno
que le impedía cumplir el sueño de ser bailarín, de decirle al mundo que ahí
estaba él dispuesto a mover sus pies al son de cualquier tipo de música, de
hacer vibrar al que le mirase, de sentirse especial y libre.
No obstante también es
cierto que la vida puede ser justa y complaciente sobre todo cuando aparece
alguien que sabe entendernos, que nos ayuda a realizarnos en esos sueños que
uno no es capaz de llevar a cabo, llega esa persona desinteresada que ve algo
distinto y pone en marcha toda una serie de elementos que poco a poco van
surtiendo ese efecto que hace que destaques.
Siempre se precisa de una ayuda, un empujón, una palabra de ánimo, un no te rindas, una palmada en la espalda, pues siempre existe una persona que requiere desesperadamente ese apoyo porque su incapacidad no puede ofrecerle esa condición que anhela con vehemencia.
un placer leerte admiro tu forma de escribir tus pensamientos abrazos desde el tiempo
ResponderEliminarGracias por tus belos pensamientos
EliminarAcuerdo con todo lo que dices Tinta en las olas.
ResponderEliminarMas alla de nuestras capacidades y de la posibilidad de desarrollarlas, sumadas a un factor suerte que sin duda existe, tenemos que tener disponibilidad tanto para aceptar ayuda como para brindarla.Hoy mas que nunca muchas personas estan en falta de esa palabra, o ese empujoncito del que hablas para salir de una situacion dificil. Muy buena tu entrada. Te dejo un abrazo
Linda entrada uno debe siempre luchar por lo que desea y ayudar a los otros si es posible. Te mando un beso
ResponderEliminarTu forma de escribir es única, me encanta. Cada relato deja una valiosa lección y es magnífico.
ResponderEliminarMuchas gracias por escribirlo<333
Estupenda historia para reflexionar sobre las luchas internas que todos libramos y que no siempre están a la vista de todos. No sabemos qué le puede suceder al que va al lado nuestro! Pero si alguien por ahí tiene la capacidad de abrirse y hacer ver su necesidad de ayuda, brindársela se impone y también, por supuesto, dejarse ayudar.
ResponderEliminarUn abrazo querida Mar!
Belissimo texto!
ResponderEliminarDevemos lutar pelos nossos sonhos!
Acreditar nas nossas capacidades e nunca desistir...
O teu texto é delicioso. E a imagem também. Te felicito.
Um bom fim de semana. Abrazo!
Excelente reflexión, que nos lleva a analizar nuestro entorno y como un pequeño empujón para alguien de fuera, pero un gran empujon para nosotros nos motiva a salir de nuestra zona de confort.
ResponderEliminarSiempre debemos luchar por aquello que deseamos y por supuesto buscar ayuda si la precisamos, para acabar con nuestros miedos. Excelente relato. Gracias por compartirlo. Saludos
ResponderEliminarTal cual, no se puede dar ayuda a quien no quiere ser ayudado, es un trabajo de dos. Si no estuvieramos en la posición de recibir, nada podría suceder. Bello, gracias por el post!
ResponderEliminarSaludos!
Sin duda otro relato que bien podría tener un trasfondo de realidad, puesto que la comunicación la vemos como algo sencillo pero para algunos es un muro que parece infranqueable en circunstancias normales,bss!
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