El revés
En ocasiones cuando se creía que ya todo había pasado en esta vida, llegaba ese revés que lo cambiaba todo, ese infortunio que te hacía dudar de si el vivir era lo mejor que le podía pasar a cualquier ser vivo.
Cuando el azar se ponía
en contra nada se podía hacer ni tampoco cuando creías que todo lo que sucedía
era una prueba, llegaba un momento que la desesperación te hacía dudar de la
fe, de que existía un Dios en algún lugar, llegabas incluso a pensar que era
malvado, cuando te decían que todo pasaba por algún motivo, que finalmente habría
una recompensa, pensabas ¿Por qué nadie me preguntó si quiero esa recompensa?,
¿Es que todo el sufrimiento queda justificado en esta vida, para obtener luego
un premio?
Estas eran preguntas que
desde hacía algunos años revoloteaban en su mente, las desgracias eran tan
habituales que incluso llegó a pensar que no merecía la pena seguir sufriendo,
su fe se volatilizaba en la pena, su amor por lo espiritual se convertía en
odio, perdía la confianza en Dios, todo se volvía incredulidad por la
existencia de algo fuera de lo terrenal.
Caminaba cabizbajo con
pasos cortos pues el dolor que sentía era de ese tipo que te oprime hasta las
entrañas, que no te deja respirar profundamente, en el que la mente se despega
de todo tu cuerpo intentando sobrellevar el calvario de una prueba tras otra.
La tarde era lluviosa donde la niebla no dejaba ver más allá de unos metros y descubrió cuál era ese revés que le había hecho dudar de la existencia de un ser poderoso en el cual había creído durante muchos años. No fueron más de unos segundos lo que hizo que su corazón palpitase de tal forma que daba la impresión que de un momento a otro saldría de su pecho, no hizo falta más que mirarle a los ojos y descubrir un mundo de sensaciones que lo transportaron a la felicidad extrema, esa dicha que jamás había sentido, el todopoderoso estaba allí de pie con su mirada puesta en su alma, alargó sus manos para rozarle la frente y todos aquellos pensamientos de odio, de desconfianza y deslealtad se volatizaron como el viento dando paso a recobrar toda su seguridad. Las manos del divino agarraron las suyas y ambos se arrodillaron en la fría acera alzando sus ojos al universo.
Comprendió el revés de su vida, sufrir por lo perdido era la ley que predominaba, no existía ser en la tierra que no pasase por lo mismo, no era un castigo, no había nada en contra de su persona, de su existencia, simplemente era la vida que tocaba.
Descubrió al lado de aquella
presencia que odiar por lo que uno sufría era hacerse daño innecesariamente, el
odio corrompía las mentes más sanas, no le pedía volver a su fe, pero le pedía
que su alma continuase blanca como la nieve, que no la convirtiese en carbón
pues sufrir y odiar no podían ir de la mano o nunca se dejaría atrás el
continuo padecer.
Locura y cordura. Bondad y maldad. Amor y odio. Se llama humanidad.
ResponderEliminarSensaciones transmitidas una a una por ti, Mar, en tu sensible relato. Qué bello, qué bello.
ResponderEliminarUno decide si te dejas llevar por tu lado oscuro. Te mando un beso
ResponderEliminarMuito belo o teu texto!
ResponderEliminarSIM! Haverá um dia em que olharemos o céu, juntamos as mãos
e sentiremos o poder Divino que muitas vezes esquecemos!
Feliz fin de semana.
Un abrazo!
me asombras un abrazo
ResponderEliminarSempre podemos fazer o melhor para mudar qualquer tipo de coisa e situação.
ResponderEliminarEn mayor o menor medida todos nos hemos preguntado...¿por qué a mi? Y hay quien lo consigue superar y quien no. Ese toque divino fue lo que necesitaba para no verlo todo tan negro,bss!
ResponderEliminarCreo que todos en alguna ocasión nos hemos preguntado por qué nos ha tocado a nosotros vivir X sufrimiento, hasta que comprendes que de todo se puede sacar un aprendizaje y que al final es la vida, y por los malos momentos no podemos dejar de disfrutar y valorar todo lo bueno que tenemos, que es mucho.
ResponderEliminarEs verdad que a veces las cosas se ponen tan difíciles que uno lo ve todo negro. Pero también creo que de todo se sale y de todo se saca un aprendizaje y una experiencia que nos hace crecer . Y con eso nos tenemos que quedar ;)
ResponderEliminarEn algún momento nos preguntamos porque nos toco sufrir pero tarde o temprano aparece una luz para que veamos la cosas con otra perspectiva, a unos les costara más o menos, a otros el dolor será tan grande que le será difícil soportarlo, espero que cada uno encuentre su luz. Bonita reflexión.
ResponderEliminarQué intenso! Si es que si uno está en un punto tan de desesperación y de "por qué a mi" cuesta no tirarse hacia la oscuridad y encontrar ese apoyo le tiene que ayudar a volver a ver luz, una guía.
ResponderEliminarEs cierto, en algún momento nos damos cuenta que el odio y resentimiento daña más a uno mismo y no nos deja avanzar como quisiéramos.
ResponderEliminarEn ocasiones cuesta volver al sano juicio, cuando uno se la pasa reprochando pierde la fe.
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