El gemido del desierto
Una aventura a lomos de
su caballo, exhausto y cubierto de polvo debido al largo viaje, que una vez
emprendido ya no había vuelta atrás. Días largos donde el sol era abrasador,
noches oscuras intentando resguardarse de las bajas temperaturas. Demasiados
días con sus noches trotando por el mar de arena, cansado de ver siempre lo
mismo, dunas, y más dunas, de vez en cuando un pequeño cactus asomaba por entre
las montañas que brillaban como el oro, al recibir los rayos del sol.
Los primeros días fueron
llevaderos, incluso el corcel apuraba el paso ágilmente, sin embargo, según
iban pasando los días, ambos sentían el cansancio, el agotamiento, la soledad.
Las noches tampoco eran tranquilas, a pesar de no observarse nada a cientos de
kilómetros, escuchaban gemidos que despertaban al hombre y al jaco.
Una de las noches, no
sabría decir si era la duodécima o la quinceava, montó su tienda de campaña,
preparó una pequeña hoguera para calentar una de las latas y un café. Cubrió al
caballo con una manta y le dio las buenas noches, tras darle de beber y comer.
Estaba cogiendo el primer sueño cuando una sombra pasó de largo por delante de
la tienda, se quedó inmóvil y aguantó la respiración. Aquello era algo enorme y
muy voluminoso, no hacía ruido. Escuchó el relincho de su caballo. Sacó el
rifle de la funda y comprobó que estaba cargado.
Unos minutos agudizando
el oído, nada. Volvió a recostarse, estaba vez sujetando con firmeza el arma.
Seguramente se quedó dormido durante algunas horas, o minutos, no estaba
seguro. Un leve gemido hizo que abriese los ojos, agarró fuertemente la
escopeta para acercarse hasta la cremallera que abriría la salida del refugio.
Poco a poco la fue bajando, intentando no hacer ruido, otro gemido que le hizo
recular indeciso. Esperó unos segundos, no se atrevía a dar el paso hacia la
oscura noche, el frío entraba por la apertura y se cubrió los hombros con una
manta.
Los gemidos cesaron y la
enorme figura dio una vuelta completa marcando su sombra contra la tela, e
incluso llegó a rozarla. El miedo lo tenía paralizado, el corazón era un tambor
desbocado batiendo contra su pecho. Sacó el rifle y asomó la cabeza, su penco
no estaba, solo quedaba la manta que lo cubría. Miró hacia los lados, buscó a
donde correr, no tenía salida, únicamente mares de arena. Desvió la mirada a la
parte trasera de la tienda y observó cómo aquello se movía lentamente, se
preparó para disparar tan pronto llegase a su altura. Esperó, no tenía prisa,
de lo que estaba seguro era de que no moriría en aquel desierto y si lo hacía
sería luchando y vengando a su caballo.
El tiempo pasaba y las manos le temblaban de sujetar fuertemente el arma, la sombra era demasiado lenta.
A lo lejos escuchaba una voz que lo llamaba, eso le hizo desacelerar el corazón, había alguien cerca.
La voz cada vez era más
nítida y mucho más cercana. Se sobresaltó cuando unas manos lo agarraron por
los hombros y lo sacudieron.
—¡Vamos cariño
despierta!, que vas a llegar tarde al trabajo.
Una historia
ResponderEliminarun momento
un aplauso
tienes talento
Que bela história ! Você merece muitos aplausos.
ResponderEliminarUma boa noite.
Um abraço.
Buenísimo... logras meternos en situación y sufrir a la expectativa de lo que va a pasar. Qué bien que solo se trataba de un sueño muy vívido. Saludos.
ResponderEliminarUy me encanto y sorprendió el final. Solo fue un sueño. Te mando un beso
ResponderEliminar¡Y era un sueño! Pero un sueño que me ha mantenido muy despierta y disfrutando cada letra.
ResponderEliminarAbrazo amiga! 🌼💐🌼
Es el peor de los despertares que te manden a trabajar cuando sabes, además, que no tienes más remedio.
ResponderEliminarHola.
ResponderEliminarQue bonita historia, me ha gustado mucho.
Un saludo.
aww.... great dream....
ResponderEliminarwonderful story...
# Have a great day
"Vamos cariño despierta!, que vas a llegar tarde al trabajo".
ResponderEliminarBuenas palabras!!!
Tenga una buena noche.
Besos
Muy bueno, me mantuviste en suspenso, sin saber qué sucedería, un abrazo.
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminar¡Vaya pedazo de texto onírico, me encantó!
Aplaudo la creatividad y la inspiración que plasmas en tus palabras.
Saludos!
Qué bonito , uyyyyy ese final...
ResponderEliminarAbracines utópicos.-
Otra genialidad de las tuyas con esos finales inesperados y jugando con dos espacios.
ResponderEliminarOtra historia increíble! ¡Qué final tan inesperado! Me ha encantado :)
ResponderEliminarBesos
Qué buena! Ya estaba yo en tensión esperando un final totalmente inesperado. Te felicito. Besotes
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarY de nuevo has logrado que me metiese de lleno en la historia, que la tensión se apoderase de mi para que al final zas, darle uno de esos giros que solo tú sabes darle y que me quede con una cara de..¡Será posible! Jajaja.
La verdad es que siempre, es una gozada leerte.
Besotes
Pero no nos dejes así, ¿qué era esa sombra? Muy mal momento para despertarse, si ya estaba a punto de disparar a la bestia que rondaba la tienda y pum, todo se esfuma. Eso es jugar con nosotros, ¿eh? =P Bss.
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