Abusando de la soledad
Ya era viernes, salir una
hora antes del trabajo le daba la oportunidad de llegar a casa y llevar a cabo
todo lo que a lo largo del día se le iba ocurriendo. Su marido en viaje de
negocios, los niños en casa de los abuelos. La casa para ella sola y para su
acompañante nocturno.
Una leve sonrisa se
dibujó en su cara, un escalofrío recorrió su cuerpo, demasiado tiempo, sin una
noche para ella, sin unas horas para hacer todo aquello que llevaba tiempo sin
poder hacer y si lo hacía, siempre era con prisas, apurada, sin concentración.
Llenó la bañera y roció
el agua con sales aromáticas, colocó varias velas para crear un ambiente
relajante, se puso una mascarilla facial, y se introdujo en el agua cerrando
los ojos. Todo estaba en calma, era lo que necesitaba, silencio, conseguir
descansar y disfrutar del baño.
Se retiró la mascarilla,
para aplicar una crema, secó el pelo y buscó la ropa interior que se pondría
para la ocasión. Antes de nada, llamó a su marido, no quería que la
interrumpiese, hablaría con él y le diría que se iría pronto a dormir. Luego
llamó a los niños, estaban felices, los abuelos eran más permisivos y ellos
estaban encantados.
Abrió una botella de
vino, miró por la ventana, observó a su amiga recogiendo los juguetes de los
niños esparcidos por el jardín. La otra vecina llegaba a casa cargada de bolsas
de la compra.
Sentía un poco de
tristeza por la buena suerte que tenía, pero también se le pasó pronto, nadie
la podía juzgar. Estaba sola en casa, esperando el momento de meterse en la
cama y dejarse llevar por mundos que hacía tiempo, que no cruzaba, por
sentimientos y placeres jamás descritos, por esa pasión que muy pocos podían
disfrutar y vivir a través de sensaciones inéditas.
Subiría a la habitación
donde sabía que no estaría sola, se aplicó un poco de perfume, pues la velada
tenía que ser insuperable, a saber, cuándo tendría una nueva ocasión como esa,
donde los astros se habían aliado para darle la noche perfecta.
Cerró puertas y ventanas,
abrió la puerta de la habitación y allí estaba, inmóvil, esperando que lo
tocase, que disfrutase con su compañía.
Las sabanas la acogieron
como si fuese nubes de algodón, olían a lavanda, acomodó las almohadas, y con
sus manos lo colocó sobre su pecho, luego lo levantó para mirarlo directamente
mientras lo acercaba a su cara y así poder apreciar un olor que llevaba tiempo
escondido.
El mejor amante: un libro que nos lleve por sitios inimaginables. Muy bonito Mar! Un abrazo fuerte.
ResponderEliminarBuenísimo, debo confesar que soy mal pensada, me imaginé primero a un tipo, luego un consolador y lo terminaste como dice Maty con el mejor amante, un libro. Me encantó. Saludos.
ResponderEliminarEs todo un ritual que nunca pasará de moda.
ResponderEliminarEs genial cuando uno tiene para si mismo y se relaja. Te mando un beso.
ResponderEliminarUna buena elección !. Cada uno disfruta de sus buenos momentos a su manera !.
ResponderEliminarSuspense hasta el final, genial ;)
Saludos !.
El libro es la única compañía completamente fiel a uno. Excelente elección.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Realmente muy bueno, primero pensé que realmente la visitaría un amante, pero me gustó mucho el final, muchas veces necesitamos ese tiempo para nosotras en soledad y un buen libro es la mejor compañía, felicitaciones.
ResponderEliminarTe dejo una propuesta de mi blog por si te interesa participar , saludos, PATRICIA F.
https://somosartesanosdelapalabra.blogspot.com/2022/03/desayunos-artesanos-volumen-ii.html#comment-form
Relaxa amiga, isso é muito bom!
ResponderEliminarÓtima quintq-feira.
Beijinhos
¡Hola!
ResponderEliminarNo veas si me has despistado en esta ocasión.
he empezado con un "di que sí, todas necesitamos de un ratito para nosotras solas". Pero luego admito que he pensado mal y todo se ha torcido en mi mente. Hasta que zas, me has colado Jajaja
Es un disfrute siempre leerte, porque además de tener un estilo único, vamos que atrapas, siempre das unos giros que personalmente me dejan loca.
Besotes
Me ha encantado, la verdad es que no me imaginaba que terminaría así, al principio leyendo piensas en otra cosa.... ese ratito todas lo necesitamos y luego todo cambia jaja... me encanta leerte, tienes una manera de escribir que engancha, con finales que uno no espera.
ResponderEliminarUn beso!
Una vez más me sorprendes con ese giro al final. Creo que todos pensábamos que tenía una cita con un amante secreto, ya que no nos solemos arreglar tanto para leer jajaja Pero me parece perfecto, un paso más allá de la sesión de cuidado personal que tanto nos gusta,bss!
ResponderEliminarTiempo de calidad, tiempo para disfrutar y me imagine cada instante, en mi caso soy mamá de dos y es difícil tener ese espacio y cuando se da, se aprovecha ;)
ResponderEliminarEs un tiempo para mimarte, cuidarte y no saber nada del mundo exterior y esos momentos a veces los quiero como el comer. Genial el relato. Un beso muy grande
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