El primer destino
El
avión aterrizaba dando un fuerte golpe en la pista, todos los ocupantes se
aferraban a sus asientos, algunos cerraban los ojos y otros rezaban en alto
rogando a Dios que saliesen ilesos, de aquella avería inesperada producida a
muchos metros de altura.
La
destreza del piloto hizo que, a pesar de los botes y bamboleos de la enorme
nave, llegasen a tierra suspirando de alivio, ofreciendo un sincero aplauso al
hombre que durante unos largos minutos había tenido la vida de ciento noventa
pasajeros en sus manos.
Todas
aquellas personas tenían una historia, un motivo por el que viajar, un destino
al que ir de vacaciones, alguien que les esperaba. Todos querían salir de allí
lo antes posible y a pesar del terror padecido, uno por uno se paraban a
felicitar al héroe de ese momento.
El
caso de Eladio, que viajaba solo, era especial. Nunca en su vida disfrutara
unas vacaciones, jamás había volado, no conocía como sería la estancia en un
hotel, esa era su primera vez, y por un momento pensó que también sería la última.
Aunque parezca mentira, miles de personas se dedicaron a trabajar duramente sin
saber lo que era volar, navegar o simplemente un largo recorrido en autobús o
tren, nunca visitaron un hotel y las vacaciones anuales se las pasaban haciendo
números para llegar a fin de mes. Eladio había sido uno de esos miles.
Con
los pies en tierra, caminaba en fila detrás de aquella gente que no conocía y
que ahora consideraba una parte especial por todo lo que pasaran juntos.
La
empresa, por su jubilación, le había regalado una semana con todos los gastos
pagados en un gran hotel, un coche lo esperaba para el traslado, fue recibido
con todos los honores, y acompañado a una habitación con vistas a un paraje
espectacular.
Se
tiró en la cama mirando al techo mientras el aire fresco entraba por el gran
ventanal de la terraza. Estaba convencido de que aquel alojamiento sería el
comienzo, que alguien poderoso le daba una segunda oportunidad para disfrutar
de la vida, para saber lo que era relajarse, ser cuidado, estar atendido por
todos aquellos trabajadores que le ofrecerían una semana inolvidable.
Sentado
en una mesa de la enorme cafetería que daba a la piscina, la vio, con la piel
tostada por el sol, con sus enormes gafas, cubriendo aquellos ojos de los que
estaba convencido serían los más hermosos del mundo.
Ella
lo miraba a través del oscuro cristal de las lentes de sol, el sombrero dejaba
al descubierto una media melena rubia, unos pendientes dorados en forma de
flor, todo en ella era hermoso. Durante veinte minutos imaginó como se podía
presentar sin resultar vulgar. Jamás en su vida había sentido una mirada tan
penetrante. Estaba convencido de que el amor surgía al mismo tiempo, a la misma
hora y en un preciso momento.
Después
de todo lo acontecido en el avión, por fin algo bueno para recordar, su primer
viaje había sido accidentado, pero ahí estaba su recompensa. Cogió su vaso en
la mano y caminó hasta donde estaba sentada la mujer de sus sueños. Llevaba las
palabras en la boca, solo tenía que soltarlas y luego el destino diría.
Se
acercó para presentarse, la cabeza de la mujer se ladeó, el gorro y las gafas
cayeron a los pies de Eladio, que se quedó atónito al descubrir que aquellos
ojos llevaban horas sin vida.
Oh! Menuda sorpresa se llevó Eladio, él que creía otra cosa y después de todo lo pasado en su viaje tan accidentado. Y sorpresa la que me he llevado yo que no me lo esperaba! Me ha encantado! Un fuerte abrazo y feliz fin de semana!
ResponderEliminarHolaa!! Muy interesante la entrada, gracias por compartirla. Me quedo por aquí.
ResponderEliminarBlessings!!
¡Eladio! No cabe duda que siempre Mar, pero siempre, sorprendes.
ResponderEliminarY de verdad cuántos como Eladio no tienen oportunidad de vacaciones a lo largo de la vida.
Tremendo el final. Super relato. Te mando muchos abrazos amiga! ❤️🌹✨
Lo peor es cuando el cadáver empiece a descomponerse. Eladio tendrá que hacer de enterrador.
ResponderEliminarHay un dicho, "llueve sobre mojado" y así le pasó al pobre Eladio. Disfruté tu relato, saludos.
ResponderEliminarOlá amiga, que lindo sua escrita, gosto de ler!
ResponderEliminarDesejo um feliz domingo e boa semana.
Beijinhos
journey that full of surprise....
ResponderEliminarHave a great weekend
¡Hooola!
ResponderEliminarWow, vaya final, la verdad es que no me lo esperaba para nada! Me ha gustado :D
Si fuera Eladio me quejaría a la administración de hotel, ¿cómo puede ser que permitan tales ironías del destino?
ResponderEliminarSaludos,
J.
Uy pobre que forma de arruinar su viaje. Buen relato. Te mando un beso.
ResponderEliminarvery emotional journey!
ResponderEliminarVery interesting what will happen next ...
ResponderEliminarSiempre me dejas con la boca abierta!!! Me encanta
ResponderEliminarWow, me dejaste con la boca abierta, no me esperaba ese final, realmente me sorprendiste, muy bueno, saludos, PATRICIA F.
ResponderEliminarDespués de un susto así con lo del avión, y el final para rematar.
ResponderEliminarQue estoy pensando… ¿ese lugar donde han mandado a Eladio, es un lugar de donde ya no sale con vida?
ResponderEliminarFINAL soprendente, la verdad es que en esos casos en los que ocurren cosas tan surrealistas, casi de película, yo no se qué haría si me pasara. Me ha gustado, sobre todo, porque no me lo esperaba. Saludos!! Si tuvieras unos minutos... Para comentarte algo...
ResponderEliminarNo hay nada mejor que disfrutar de unas vacaciones en compañía de tus familiares o amigos. Si te quieres relajar puedes acudir a la piscina. Esta debe de estar limpia y cuidada. Para su limpieza deben de tener un limpiafondos que pasarán a diario o bien un robot limpiafondos que conectan por la noche y realiza la limpieza automáticamente y solo sería necesario echarlo al agua y recogerlo después de haber limpiado.
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