Ladrón de amor
El hombre puede crear arte basándose en la realidad o en los sentimientos, para ello se tendría que fundamentar en la materia, en la imagen o en el sonido.
El protagonista de esta historia inventó su propio arte, en este caso utilizaba el amor de otras personas para su deleite, que cada vez le duraba menos tiempo.
—¡Perdona, que me acerque de
esta manera! —Dijo Pedro delante de una belleza, que pocas veces había visto en
carne y hueso —llevo varios minutos mirándote, y me has dejado embelesado. ¿Me
permites, que te invite a un café?
Ella le miró sin decir nada,
para su interior pensaba, que arrogante, sin embargo, le fascinaba lo guapo que
era, lo bien vestido que iba y sobre todo su porte, educado y con ese aire de
galán. Sentía gran curiosidad, que se hubiese fijado precisamente en ella.
—Bueno, veo que no te interesa.
—Pedro se había quedado algo traspuesto, nunca nadie lo había rechazado y menos
sin decir ni una palabra.
Xana, deseaba abrir su boca y
decirle algo, pero no tenía voz, el silencio se había apoderado de ella desde
hacía unos años. Sí, lo miraba adorando aquella estructura humana casi
perfecta. Observaba como se movía su boca, dejando ver una dentadura que haría
feliz a cualquier dentista.
Si la vida fuese como una
goma, en algún momento se soltaría y sin duda regresaría con tal fuerza que te
daría en las narices. A esa goma la suelen llamar Karma, el que regresa y
duplica el mal, hecho.
Pedro, elegante, guapo, bien
formado, exquisito en su lenguaje tanto hablado como corporal, llevaba más de
veinte años de su vida enamorando a todo tipo de mujeres, un amor sincero por
parte de ellas, a las que luego dejaba sin ninguna razón. Durante meses se
alimentaba de esa ruptura, recreándose en su magia para hacerlas alcanzar una
pasión, que no iba a ningún lado.
Ahora, sentado en la mesa
contigua a la de Xana, sentía una atracción que nunca conociera, la contemplaba
y deseaba con todo su ser que ella le mirase, le dedicase esa mirada de
admiración a la que estaba acostumbrado.
Durante meses tomaba el café
en el mismo bar, solo para verla, para disfrutar de su presencia.
Los hechos terrenales se
encogen y se alargan, hasta que la goma se suelta y en este caso, le estaba
dando de lleno en su corazón, se había enamorado perdidamente de una persona
que apenas conocía.
Ella siempre sola, nunca
faltaba a la cita del café matutino, jamás decía nada, siempre absorta en el
infinito de aquella ventana que daba al exterior.
Él, pendiente de ver un
resquicio de interés, para volver a acercarse. Deseaba estar con ella,
necesitaba tocarla, amarla y tenerla para siempre a su lado. Se preguntaba si las demás mujeres que había dejado, se sentían igual que él en ese
momento, triste, desesperado, sufriendo por un amor que no le correspondía.
Una mañana la mesa estaba
vacía, la buscó con la mirada por todo el local, con el corazón roto, esperó
que la camarera le trajese el café.
—Hoy, no ha venido la chica
que se sentaba en aquella mesa. ¿Sabe por qué?
—¿A qué chica se refiere?
—Bueno, no sé el nombre, pero,
se sentaba en la mesa junto a la ventana.
—Perdone, pero no me doy cuenta,
llevo aquí dos años y esa mesa siempre estuvo vacía.
La goma suelta, regresa y te
invade el alma, con un sueño tan real, que el sufrimiento causado te embiste, creyendo que la locura sería pasajera, y no, no es locura, es la triste
realidad que te enseña el poder del amor.
Ay Mar es que las palabras me quedan cortas. Leerte es no poder parar y siempre sorprenderse con lo que relatas, vaya finales!
ResponderEliminarYo jaja mujer al fin, me alegro que este malvado mujeriego viviera el karma que bien se había ganado.
Un gran abrazo!.🌹🌹🌹
Que linda história, o que ele sentia não era superioridade, era carência afetiva por não encontrar um amor que o fizesse se apaixonar.
ResponderEliminarE daí surgiu o amor perfeito que ele se apaixonou, pena que foi um amor imaginário.
Acontece na vida real, quem nunca teve seu príncipe encantado? 😍
Amiga tenha uma boa semana.
Beijinhos
Me gusta leer lo que escribes No es fácil hacerlo te felicito por eso escribir es una gracia del cielo
ResponderEliminarMe encanta porque el texto es tan abierto que, permite al lector su libre i nterpretación. UN abrazo. Carlos
ResponderEliminarlove can overcome many obstacles..
ResponderEliminara wonderful text....love to read it.... thank you for sharing
Me encanta pasar por aqui y leerte, nunca decepciona! un abrazo
ResponderEliminarQue linda y triste historia. Te mando un beso.
ResponderEliminarEso del karma... en muchas ocasiones no hace su trabajo y está de vacaciones.
ResponderEliminarIncluso, después de haber vivido una experiencia, pasados unos años a veces surgen dudas de lo que pasó en realidad o si solo se trató de un sueño. Uno quiere ver lo que dejó escapar. Si, tal vez sea el karma por lo que hicimos mal. Buena tarde, Mar.
ResponderEliminarthis sentence about karma is so true...
ResponderEliminar¡Hola, Tinta en las olas! formo parte de la iniciativa 'Seamos Seguidores', y ya te sigo.
ResponderEliminarDecirte que tienes un excelente contenido.
Te dejo el enlace de mi blog por si te apetece pasarte por él, seguirnos y comentarnos.
Saludos desde blueshendrix.blogspot.com
¡Nos leemos!
Great article. Have a nice day
ResponderEliminarOi querida amiga , aqui na sua página e excelente leitura, adoro cada capítulo.
ResponderEliminarObrigada por compartilha
Obrigada e boa semana.
Beijinhoss
No hay género que se te resista, compañera! Un relato protagonizado por un Don Juan de toda la vida, atrapado en el amor que tanto denostó en tiempos pasados. Toda una lección para su ego. Menudo final inesperado. Pobre mujer, su fantasma tomaba café en el sitio, quién sabe, donde se enamoró alguna vez. Me he quedado con ganas de más. Felicidades, Mar!
ResponderEliminarA veces pensamos que quienes actúan mal no tienen cargo de conciencia y se van de rositas. Muchas veces es asi, pero en tu historia hubo una ligera venganza en forma de espejismo que nunca lograría alcanzar,bss!
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarAi el poder del Karma....
Porqué sí, creo que el karma existe, y cuando tratas mal a alguien, no tienen porque tratarte mal, claro está, pero de un modo u otro, todo llega, y al prota de hoy se ve que con creces.
Como siempre, una gozada leerte.
Besotes
Me sorprendió el final, creo en el karma como una ley que rige el universo, por eso trato de no hacer a otros lo que no me gustaría que me hicieran, me enganchó tu relato de principio a fin.
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