Te vendo mi alma
Le acariciaba el pelo con
delicadeza, notaba el calor de la sangre que salía de una parte de su cabeza.
La apoyó contra su pecho, mientras las lágrimas se mezclaban con el color rojo,
que intentaba taponar con su mano.
Le miró con los ojos
entrecerrados, se notaba el dolor, y una respuesta a una pregunta no hecha,
pero que los dos sabían cuál era. Le besó la frente, los sanitarios tardarían
unos minutos, que se le hacían eternos, varias personas se arremolinaban intentando
ayudar, pero él no escuchaba nada, solo el latir de su corazón y el de la mujer
de su vida, que se iba apagando sin poder remediarlo.
Si la luna fuese mágica, le
pediría que la salvase. Si la noche pudiese responderle, le rogaría volver unos
minutos atrás. Si le permitiesen pedir un deseo, se cambiaría por ella.
Él conducía, ella se apoyaba
en su hombro, la noche había sido perfecta, el amor flotaba en el aire, ambos
felices, regresaban al hogar que compartían. Las fatalidades que llegan
inesperadamente te arrebatan lo que más quieres, en décimas de segundos.
Sentía como la vida de su amor
se desvanecía entre sus manos, el desgarro en su interior le golpeaba el alma,
en ese instante deseaba morir con ella, no dejarla sola en ningún momento, ese
era el juramento que había hecho, amarla para siempre.
Dos ángeles se le presentaron.
Uno era el de la vida, el otro el de la muerte. El primero le ofrecía salvarla.
El segundo le garantizaba cuidarla, en el plano celestial. Ambos pedían a
cambio comprar su alma.
El tiempo apremiaba y la
decisión no podía esperar, volver a tenerla a su lado, era lo que más deseaba,
poder reír junto a ella, abrazarla, besarla y envejecer juntos. Estaba
convencido de cuál sería la decisión que tomaría.
Los dos ángeles esperaban, no
tenían prisa, él era el que tenía que decidir y uno de ellos abandonaría el
accidente, mientras el otro se quedaría, para cumplir con su promesa.
"Te vendo mi alma", fue lo que pensó en voz alta. Ambos ángeles se miraron, al tiempo que desaparecían.
Besó a su mujer, mientras le
decía al oído cuanto la quería. La abrazó tan fuerte que notó como ambos
corazones latían al unísono.
Ella, le miró con amor y con
un susurro que solo él podía escuchar, le dijo unas palabras que recordarían
durante toda su vida.
Un aplauso
ResponderEliminarte lo mereces
escritora
Uy que bello relato . Te hace estremecer. Que amor de esa pareja. Te mando un beso.
ResponderEliminarQué manera de narrar, de relatar. Me dejas helada. Felicidades Mar!
ResponderEliminarQué bonito todo el texto y la imagen <3
ResponderEliminarUn abrazo
Un relato que conmueve. Enhorabuena...
ResponderEliminargreat story with education messages for life....
ResponderEliminarlove to read it....
Thank you for sharing
Las mujeres siempre van un paso por delante hasta en los momentos más extremos y espìrituales.
ResponderEliminar¿No podemos hacer dos al precio de una?
ResponderEliminarExcelente.
Saludos,
J.
Bellísimo relato ♥️
ResponderEliminarso sad...
ResponderEliminarMuy bonito.
ResponderEliminarMe encanto, esta muy bonito! Saludos desde kiwybooks!
ResponderEliminarMar, qué preciosidad de relato. Me he quedado fascinada. Eso es amor. Maravilloso!
ResponderEliminarMaravilhoso texto!
ResponderEliminarAs palavras nos tocam na profundidade da alma...
Um bom fim de semana.
Beijo...