El ascensor
Un espacio reducido puede
causar un efecto negativo en la mente de aquel que se siente atrapado o,
aislado del contacto visual. Sentirse aprisionado sin poder escapar y sin saber
cuánto tiempo va a durar o si el peligro puede ser peor, convierte todo lo conocido
en una pesadilla que se va deformando con el paso de las horas. En pocas
situaciones se aprende una lección de esas que nunca se olvidan y que marcan el
principio de una nueva forma de proceder.
Los espacios abiertos parecen
dar esa libertad con la que nacemos y crecemos, aunque no para todos es igual,
puesto que unos la viven de forma histérica y otros con más tranquilidad.
—¡Buenos días! ¿Sube?
—¡Buenos días!, voy al noveno.
Estaban en la planta menos
uno, de un edificio de oficinas. Él la vio caminar por el parking e hizo el
tiempo para esperarla, a pesar de sentir un fuerte dolor en el pecho, consideró
que ese día la suerte lo acompañaba. El estar cerca de una mujer tan hermosa
durante unos segundos, le pareció un buen plan para comenzar el día.
La miraba de reojo,
escudriñando cada parte de su esbelto cuerpo, cada facción de su perfecto
rostro. Le gustaban las mujeres hermosas, se sentía atraído por todo lo
femenino, e intentaba acercarse lo más posible para poder oler el perfume que
lo estaba embriagando, o eso sentía, pues la vista se le nublaba con cada
movimiento del ascensor.
En su círculo, que no era
demasiado extenso, lo apodaban el baboso, era el típico sobón que se
aprovechaba de cualquier situación o circunstancia para invadir el espacio de
mujeres que no querían saber nada de él.
—Parece que la tormenta está
encima de nosotros —comentó, mientras daba unos pasos indecisos hasta la joven.
—Sí, justo está encima de
nosotros ahora mismo —respondió ella intentando apartarse de él.
Entre el piso quinto y sexto,
un fulminante rayo dejó a todo el edificio sin luz, y al ascensor parado con un
fuerte golpe, que hizo que ella se balancease rozando el brazo del hombre, que
no dudó en aprovechar el momento para agarrarla por la cintura.
Se soltó con rapidez buscando
una esquina donde apoyarse. Él hizo lo mismo, intentando controlarse, pues
sabía que de un momento a otro entraría en pánico por su claustrofobia, y
además el mareo cada vez era más notable.
Las horas pasaban y el sudor
le había empapado la camisa, pequeñas gotas caían sobre el suelo resbalando por
su frente. Ella lo miraba sin decir nada, sabiendo que de un momento a otro
perdería los nervios, esperando una reacción para la que estaba más que
preparada.
—¿Se está encontrando mal?
—No, —respondió con un hilo de
voz, mientras miraba como la mujer se desvanecía y pensando que realmente si se
estaba encontrando muy mal.
—Creo que me estoy mareando,
la veo muy borrosa.
—Será porque ha muerto, yo
llevo diez años muerta.
Ya era tiempo de que alguien se lo dijera.
ResponderEliminarBuen relato. Despreciable personaje, pero buen relato.
Saludos,
J.
Quién lo pensara. Maneja muy bien la tensión. Un abrazo. carlos
ResponderEliminarUy pobre además de atrapado con un fantasma. Te mando un beso.
ResponderEliminarCómo me gustan las cosas extrañas y el mundo de misterios. Y eso mismo tiene tu genial relato, Mar. ¡Mira de lo que nos enteramos al final!
ResponderEliminarUn abrazote 😊
¡¡Buah, ese final!! Estaba odiando al personaje esperando a ver qué pasaba con él...y ese giro me ha encantado.
ResponderEliminarBesitos.
Al menos se tienen el uno al otro. Una relación sentimental de ultratumba sugiere cierto atractivo.
ResponderEliminarSorprendente... me encantó pues engancha desde el principio y luego ese final que estremece. Un relato buenísimo. Saludos.
ResponderEliminarthat is why I always prefer stairs even in the very high buildings:D
ResponderEliminarExcelente relato, no me imaginaba el final, pensé realmente que él se desvanecía por la claustrofobia, me encantó, buena semana, PATRICIA F.
ResponderEliminarUm grande castigo, preso com um fantasma, muito boa história.
ResponderEliminarTenha uma boa semana.
Beijinhos
odd mystery ....
ResponderEliminarinteresting to read... thank you for sharing
Cómo me gustan tus relatos y sus sorprendentes finales. Muy bueno! Encuentro entre muertos😉 Un fuerte abrazo, Mar!😘
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