El jardín de los huesos

 


El jardín de los huesos

Una pequeña casa de madera, un huerto donde la cosecha nunca crecía, tan pronto salía el primer brote, se ajaba como si fuese quemado por unas brasas invisibles. Los animales se alejaban todo lo posible de una propiedad que parecía maldita por los dioses o por los demonios.

En un trozo de terreno una pequeña flor despuntaba al amanecer y se ocultaba tan pronto caía la noche. Su frágil tallo intentaba mantenerse bajo el astro rey y sus menudos pétalos bailaban movidos por una suave brisa que hacía que rozasen el suelo de un lado a otro.

Desde la ventana podía observar como abría sus amarillas hojas, lo único que tenía vida y lo solitario que vio crecer a lo largo de los cincuenta años que intentaba cosechar algo en aquel terreno comprado por poco dinero.

El vendedor no le había contado la historia de aquel solar, las vivencias de aquella casa, la maldición que albergaba con el paso del tiempo. Aquel hombre era todo sonrisa alabando la venta hasta que lo convenció, descubriendo a los pocos días que el destino a veces jugaba con una crueldad diabólica.

Dos días cavando en la parcela y solo encontraba huesos, algunos de muchos años y otros más recientes, enterrados a poca profundidad que, en lugar de dar abono a la tierra, consumían todo lo que allí se plantaba. Era como si necesitasen esas semillas para demostrar que no querían estar allí, que ese no era su hogar, que no era su destino.

El primer cuerpo que encontró era de una mujer joven, no llevaba mucho tiempo enterrada, todavía podía ver su rostro con esa mueca de terror que seguramente se dibuja cuando no es el momento de morir y, sin embargo, te obligan a desaparecer de junto a los vivos y mezclarte con los muertos.

Por la noche se escuchaba el canto de tristeza de todos los que en alguna época habían habitado y sentado en el mismo sillón que él utilizaba. En su cabeza se introducían aquellos lamentos que le hacían perder la noción del tiempo.

El tercer día cavó en un pequeño espacio, con la sorpresa de que estaba libre, no había cuerpos, la tierra estaba algo húmeda, en algún momento un árbol creciera en esa zona, pues todavía quedaban sus profundas raíces.

Al cuarto día, sobre las raíces del viejo árbol desaparecido, yacía su cuerpo, con ese gesto de terror. Desde el umbral, todos los que allí estaban enterrados, observaban como el último cadáver se iba tapando con las hojas que traía el viento, y como la tierra poco a poco cubría el rostro de un hombre que no entendía por qué podía estar mirando todo aquel proceso.

El mismo había cavado su propia tumba, era lo que tenía que hacer así se lo habían dicho aquellos otros que todas las noches se lamentaban, que le hacían creer que llevaba allí tantos años como el primero, susurros que le hicieron ver cuál era su destino, señalando el lugar con esa flor hermosa que aparecía y desaparecía.

El vendedor de la sonrisa llegó con un nuevo propietario pisando sobre el cuerpo del último inquilino, aplastando la única flor que podía vivir, hasta que el nuevo dueño ocupase la casa y a los cuatro días todo volviese a comenzar.


El jardín de los huesos

Comentarios

  1. Stories like this do happen! Beautifully written!

    ResponderEliminar
  2. Es una funeraria encubierta, no me cabe duda.

    ResponderEliminar
  3. Tus historias me llevan a entender la magia de la no realidad
    🌺🌺🌺🌺🌺
    Feliz Dia・*☆¸¸.•*¨*• ゚・*☆¸¸.•*¨*•Beso

    ResponderEliminar
  4. scary story, but interesting to read...

    Have a great day

    ResponderEliminar
  5. No compraremos una casa con jardín....Tremendo relato de terror con casa maldita incluida. Estupendo! Un abrazo!

    ResponderEliminar
  6. Realmente aterrador, muy buen relato, te felicito, un abrazo, PATRICIA F.

    ResponderEliminar
  7. Uy me dio miedito. Genial relato de terror. Te mando un beso.

    ResponderEliminar
  8. Um relato verdadeiramente assustador!
    Muito bem escrito. Te felicito pelo teu talento.

    Te dejo mi abrazo y buen fin de semana para ti...

    ResponderEliminar
  9. Extraordinario relato, fantástico. Me llevó paso a paso por los misterios y la piel erizada por tal panorama tan bien presentado. Muchas gracias Mar, abrazo!

    ResponderEliminar
  10. Un texto oscuro, intrigante, que se resuelve muy bien al final. Me gustan este tipo de historias, lo has hecho excelente. Saludos.

    ResponderEliminar
  11. De alguna forma tiene que alimentarse la casa, muy bien.

    Saludos,
    J.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Muchas gracias por haber leído el post y por dejar tu comentario, tu opinión es muy importante para mí. Este blog siempre devuelve todos los comentarios. 😘💖
Gracias a Pixabay por las imágenes

De acuerdo con la nueva Ley sobre Protección de Datos, RGPD, os informo a todos los que quieran comentar en el blog que se autoriza a que aparezca publicado el comentario con los datos que se aportan al escribirlo.