El peluquín

 


El peluquín

La noche discurría como todas, cenando en una mesa de caoba que parecía no tener fin, recoger y dejar todo ordenado, pasar a su sala privada y dibujar. El dibujo era su pasión, en su mente se mezclaban caras, rostros, gestos, dolor y todo ello lo plasmaba en los lienzos que guardaba bajo llave.

A pesar de vivir solo en un caserón del siglo pasado, el temor de que alguien entrase y pudiese tocar sus bienes le exasperaba hasta el punto de apretar los puños, llegando a clavarse las uñas en las palmas de la mano, donde se apreciaban distintas cicatrices que se abrían una y otra vez, día sí y día no.

Pasar al baño y asearse, entrar en el dormitorio y abrir la puerta del ropero le originaba una sensación agradable, siete baldas dispuestas de forma horizontal exponían los siete peluquines que a lo largo de los años había elaborado artesanalmente.

Acostarse en una cama donde habían dormido varias generaciones, incluso el descanso de un familiar fallecido le recordaba que aquel mueble tenía algunas otras historias que le hubiese gustado conocer.

El día amanecía como cualquier otro, su única tarea era levantarse, pasar al baño y desayunar, vestirse con su traje hecho a medida, y colocar en su cabeza el accesorio final que le daría ese toque, que buscaba, y esa elegancia que le haría destacar en el trabajo de ese día.

El primer peluquín que encargó era el que cuidaba como un tesoro, el primero por la parte de arriba del armario, ese., que tan pronto se abrían las puertas lo veía como su mayor adquisición, su bien más preciado.

Simplemente, al contacto con su cuero cabelludo, cualquiera de aquellos siete le convertían en un tipo distinto de persona. Se amoldaban a su cabeza y le guiaban como si se apoderaran de toda su conciencia.

El elegido, para cubrir un cráneo lampiño, le invitaba a salir al mundo a realizar lo que más placer le producía, asaltar hombres con el pelo largo, dejándolos desprovistos de su cabellera y tirados en cualquier cuneta.

El peluquín


Comentarios

  1. Wow, ese final no lo vi venir. ¡Qué buen relato! me ha encantado el ritmo de la narración, y luego ese final que descoloca completamente pero que al final hace mucho sentido con el resto del texto. Saludos.

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  2. Me gusta que ese solitario recupere aquello que hacían los indios con sus enemigos caídos.

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  3. Gosto muito dos teus relatos. Todos revelam a tua criatividade e o estilo literário que claramente te identifica. Muito bem escrito e o final é excelente!

    Te dejo un abrazo e deseos de buen fin de semana!

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  4. Lo que dice Ana, los finales que no se ven venir son la característica de esta gran escritora que es Mar que de verdad es asombrosa. Estupendo micro, fantástico 💐🌹💮

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  5. Bueno, su fobia y morbilidad tenían un asidero. Aún la psiquiatria no llega a muchas anomalías mentales. UN abrazo. carlos

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  6. Genial relato, sorprenderte final. Te mando un beso.

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  7. Genial relato . Me sorprende el final. Te mando un beso. Citu https://enamoradadelasletras.blogspot.com/

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  8. No hay forma de que adivine nunca el final, siempre me sorprendes, jajaja! Enhorabuena! Feliz fin de semana, Mar! Besos

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  9. aww... "assaulting men with long hair,...".... very unexpected ending....
    Great story.... thank you for sharing

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  10. Hola, gracias por compartir este relato con nosotros.

    Besos desde Promesas de Amor, nos leemos.

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  11. ¡Hola!

    Me ha parecido un relato interesante y diferente.

    Un abrazo

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  12. La venganza es el mejor momento del día, sin lugar a dudas.

    Saludos,
    J.

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  13. Hola, me gusto mucho este relato, saludos desde kiwybooks!

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