Las mellizas de Tecla
Nacidas del mismo parto y, sin
embargo, distintas en aspecto y forma de ser. Dos seres que abarcaban todo el
amor que una persona podía ofrecer y todo el odio del que se podía disponer.
Vidas en las que la unión solía
hacer la fuerza o al contrario destruir todo aquello que un diecisiete de abril
escuchó los ruidos del mundo. Mitad, alegría y mitad tristeza de una madre que
nunca esperó lo que a lo largo de los años descubriría.
Las almas son puras cuando
nacen, durante el crecimiento se va forjando el carácter y la personalidad.
Rasgos que caracterizan a la persona, cualidades que determinan las diferencias
para ser únicos.
Jugar con la bondad y la
maldad era el día a día de las mellizas, predominando durante muchos años la
buena, con su dulzura, su delicadeza, con ese afán de ayudar. Con el paso del
tiempo la maldad se fue imponiendo, marcando un territorio peligroso e
intentando opacar a aquella que solo buscaba el amor en todo ser vivo.
El mal siempre juega duro, no
teme perder, puesto que se levanta para continuar oscureciendo al bien. Nace la
maldad y todos los temores a lo terrenal y celestial se olvidan, con la única
intención de conseguir aquello que tanto se anhela.
El bien actúa despacio, macerando
ese equilibrio en todo aquello que quiere o desea. La gente buena existe, y
aunque no sea feliz, están ahí para todo, ofreciendo siempre una sonrisa y
dando la mano a todo el que lo necesita.
Las mellizas lo sabían,
ninguna de las dos desconocía los propósitos del día a día que realizaban tanto
juntas como por separado. Sin embargo, Malva se iba apoderando de Flor, de la
niña cariñosa, alegre y divertida, que siendo ya mujer notaba como poco a poco
desaparecía y Malva tomaba el rumbo.
Flor luchaba contra aquella
hermana que se consideraba traicionada, intentaba abrirle el corazón a la
alegría, a ver la vida tal y como era, le hablaba de las culpas y no culpas. Le
explicaba que la decisión no la había tomado ella, ni su madre, ni tan siquiera
la vida. La sentencia del fallo estaba marcada por un destino escrito, unas
letras invisibles, una luz que no pertenecía a nadie, algo que no se podía
entender y si bien todos comprendían.
Meses de batallas que pensaba
que ganaría, años intentando persuadir de lo que no se ve, descubriendo con el
paso de los días que nunca vencería.
Charlas desde jovencita
intentando convencerse de que no era su culpa que solo una de ellas, naciese
viva un diecisiete de abril.
¡Guau! Me recuerda levemente a un libro que leí hace unos meses, "El huésped", habla de esa dualidad que tan bien has reflejado de una manera inquietante.
ResponderEliminarSaludos!!
Jamás, pero es que jamás, tus finales son predecibles ni mucho menos esperados.
ResponderEliminarMuy buena la cuestión del bien y el mal, y mucho qué pensar sobre el desarrollo de esta trama. Amerita varias lecturas.
Un gran abrazo Mar!
Un relato muy interesante donde tocas el tema de la personalidad de los individuos, las luchas internas, lo que se forja al final de la etapa formativa. Nos despistas completamente con el tema de las dos hermanas para al final darnos cuenta que es solo una y su demonio interior. Me quedé pensando en las personas que tienen personalidades múltiples. Un gran relato, saludos.
ResponderEliminarvery good story :)
ResponderEliminarCreo que nadie se esperaba un final tan sorpresivo. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarNo puede ser de otra manera, además de que locura y cordura es un fino hilo que rompe con demasiada facilidad.
ResponderEliminarBuen relato mantienes el suspenso todo el tiempo . Te mando un beso.
ResponderEliminarGenial relato mantienes el suspenso todo el tiempo. Te mando un beso. Citu https://enamoradadelasletras.blogspot.com/
ResponderEliminarHola, pues el relato me ha gustado mucho de verdad creo que tienes bastante talento, sigue así, saludos desde kiwybooks!
ResponderEliminaryou write of two pposite traits with amazing.... interesting to read...
ResponderEliminarHave a great day
Un final inesperado, me ha gustado mucho, pues no podía imaginar hacia dónde iba el texto, muy bueno.
ResponderEliminarUn abrazo PATRICIA F.
Hola, no esperaba para nada ese final, me ha gustado leerlo.
ResponderEliminarBesos desde Promesas de Amor, nos leemos.