Un láser divino

 


Un láser divino

La luz de la oscuridad

La noche iba consumiendo la luz del día, creando esa oscuridad de la que muchos se aprovechaban para sentirse libres, buscando esa nocturnidad preparada para realizar todo aquello que durante el día eran incapaces o simplemente, porque se sentían abrazados por lo poco que podían ver.

—¿Quién eres? —Mientras colocaba sus utensilios de novelista, había escuchado un ruido en la parte trasera del salón. —¿Quién está ahí?

De pie, con su libreta en la mano, intentó acostumbrar sus ojos a la oscuridad de la sala, encendió la pequeña lámpara, que tan solo iluminaba la mesa, también podía encender la luz principal, pero su subconsciente le decía que allí no había nadie, y le creyó.

La noche era su aliada para la escritura, todo escrito a mano, con una pluma heredada de su bisabuelo. Le llevaba su tiempo plasmar la historia, sin embargo, no le importaba, tenía todo el tiempo del mundo y además tan solo le quedaba el capítulo final, el cual quería madurar y redactar de forma que el lector comprendiese las trescientas veintidós páginas anteriores.

—¿Pero bueno, se puede saber quién está ahí? —de nuevo aquel ruido, era la primera vez en toda su vida que lo escuchaba, no sabría cómo definirlo, tampoco qué sensación le producía, a pesar de ello estaba seguro de que no era miedo, era curiosidad.

Una pequeña luz se proyectó desde donde salía el ruido, era como un pequeño láser que se dirigía hacia la mesa al mismo tiempo que la lámpara se apagaba. Por más que intentó encenderla, no funcionaba y la luz se acercaba muy lentamente.

—¿Quién es usted? ¿Qué es lo que quiere? —giró la silla para dirigirse a lo que veía, la minúscula luz era potente y lo cegaba.

—¿Es posible, que no sepas quién soy? —la voz era pausada, tranquila, con un tono que acariciaba el espacio mientras llegaba a sus oídos. —tu novela es una mentira, no puedes asegurar nada de lo que estás escribiendo, tienes que replantearte, reescribir desde la página noventa y ocho hasta ese final que tienes en mente.

—Como pudo haber leído mi novela, le he tenido guardada ¿quién es usted?, ¿no se lo vuelvo a preguntar? —ahora estaba enfadado, si en algún momento había sentido miedo, este se había evaporado para convertirse en ira, hacia aquel que no respetaba su intimidad.

—Sí, la he leído, me pones como protagonista, y todo lo que escribiste es asegurar algo que el fondo sabes, que únicamente lo haces para tener éxito, y te aseguro que de esa manera nunca lo tendrás, cuando se escribe con el alma llegas al corazón de todo aquel que lee cada línea.

La ira se fue convirtiendo en sorpresa, cerró los ojos, en el fondo sabía que necesitaba aquella novela para tener un reconocimiento igual que sus antepasados.

—¿Realmente eres tú?, si es así, acércate.

Cuando le vio la cara, supo que todo lo escrito era una historia no contrastada, escribía asegurando cada capítulo y no en lo que él quería creer. Reescribiría para llegar a ese final que en el fondo era el que deseaba.

Él estaba allí, a su misma altura, frente por frente. Se quedó mirando el rostro del protagonista de su novela, titulada “Jesús, un invento”.

Un láser divino



Comentarios

  1. Me debato entre realizar un acto de fe o tener espíritu emprendedor.

    ResponderEliminar
  2. Es posible que pase desapercibido, pero sobre la existencia, la fe o creencia, el cuidado con el que la sociedad niega o se convence de algunas cosas, es casi cómo crear un personaje ficticio. ¿Pero quién que solo se puede leer en un libro / novela etc ? Quizás esté en nuestro sentir. Ni me abstengo ni estoy a favor de la existencia de un Dios. En cambio, creo que me ha gustado mucho tu post. Me extraña no tengas más comentarios porque es buenísimo. Saludos, Keren!!

    ResponderEliminar
  3. La primera palabra que me viene a la mente es "maravilloso". Magnífico relato, estupendamente logrado. Desearía con locura ser la protagonista de esta historia, tener de.frebte a Jesús así, como aquí. Me ha encantado! Un gran abrazo Mar!

    ResponderEliminar
  4. Perdón por los errores de dedo... "Frente" ...

    ResponderEliminar
  5. Me gusto el relato el final es sorprenderte. la fe es un regalo. Te mando un beso.

    ResponderEliminar
  6. Excelente, Mar! Narración impecable. Me has dejado sin palabras. Felicidades!

    ResponderEliminar
  7. story is smooth to read.... ending is surprising as always...
    Have a great weekend

    ResponderEliminar
  8. Interesante texto, el twist final es realmente inesperado.
    Muchas gracias por compartirlo con todos.

    ResponderEliminar
  9. Una cosa no quita la otra. Puede ser real y, al mismo tiempo, un invento. No hay nada contradictorio en ello.

    Saludos,
    J.

    ResponderEliminar
  10. Hola, un relato muy interesante, muchas gracias por compartirlo.
    Besos desde Promesas de Amor, nos leemos.

    ResponderEliminar
  11. Muy buena historia, como siempre me sorprendió gratamente el final, felicitaciones, un abrazo, PATRICIA F.

    ResponderEliminar
  12. Hay que escribir con valentía, con verdad, con el corazón en la mano. Independientemente de las creencias de cada quién me parece que es un gran relato, para mí habla de la importancia de ser auténtico. Te dejo un abrazo.

    ResponderEliminar
  13. Un relato muy interesante! Para la gente que le gusta hacer este tipo de escrituras o lecturas por la noche, lo mejor es hacerlo acompañado de una buena lámpara, con una luz tenue que te inspire y de la tranquilidad suficiente que se necesita para esos momentos.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Muchas gracias por haber leído el post y por dejar tu comentario, tu opinión es muy importante para mí. Este blog siempre devuelve todos los comentarios. 😘💖
Gracias a Pixabay por las imágenes

De acuerdo con la nueva Ley sobre Protección de Datos, RGPD, os informo a todos los que quieran comentar en el blog que se autoriza a que aparezca publicado el comentario con los datos que se aportan al escribirlo.