La casa azul
Si el creador pudiese hablar,
¿Qué nos diría?, era la pregunta que desde hacía varias horas recordaba una y
otra vez.
Paseaba de la mano junto a su
amada, disfrutaban de una tarde que nunca olvidarían, observando aquel hermoso
campo cubierto de trigo, los rayos de sol lo hacían brillar con un luminoso
amarillo.
Durante horas caminaban sin
rumbo, con las manos apretadas, sin decir nada, simplemente se movían bordeando
aquella maravilla de la naturaleza. Las dos manos unidas eran un lazo que
ninguno quería deshacer, pensaban que si se soltaban todas las sensaciones que
estaban viviendo desaparecerían, que todo se esfumaría. Era tanto el amor que
sentían el uno por el otro que el universo les permitía ese momento, ese
tiempo.
—¿Has visto, qué hermosa es
aquella casa? —Ella le miró al tiempo que señalaba el centro del campo.
—¿Qué casa?, no veo ninguna
casa. —Él respondía mirando hacia donde ella señalaba, se quedaron allí de pie por
un buen rato. Ella intentando que él viese la hermosa casa azul y él, creyendo
que tanto tiempo al sol, le hacía ver visiones.
Le agarró la cara con las dos
manos y lo besó, él se dejó llevar por aquella pasión, la quería tanto que no
le hubiese importado que aquel momento se quedase parado para siempre.
—La casa es hermosa, de color
azul, con las ventanas doradas, ¿no entiendo por qué no puedes verla?, es justo
la casa que siempre desee para nosotros, para nuestra familia, cuando creciese.
Una pequeña casa rodeada de campo, en medio de la nada, ¡es maravillosa! —le
echó los brazos al cuello y apoyó la cabeza en su hombro, como si quisiese
bailar.
Él la abrazó por la cintura,
sus ojos intentaban ver lo que ella veía, pero por más que miraba no encontraba
la casa azul.
—¡Ven!, vamos a cruzar el
campo y te llevaré justo delante de ella, quiero que la veas.
La siguió sin decir nada,
cruzaron por el medio del cultivo que era tan alto que por zonas los cubría
totalmente.
Delante de la casa, ella se
sentó en las escaleras y él, que continuaba sin verla, se sentó en la tierra.
—¡No me digas que no es
magnífica!, ¿puedes verla?
—No, aquí no hay nada, y te
aseguro que no entiendo nada. ¿Realmente estás viendo una casa?
—Si cariño, la estoy viendo,
estoy notando todo lo que me espera en ella, todo lo que había soñado se hace
realidad, en parte.
Ella entró en la casa y cerró
la puerta, al mirar por la ventana él ya no estaba, una lágrima bajó por su
mejilla, no podía negar que estaba triste y al mismo tiempo feliz.
De pie, solo, ante la
inmensidad del trigal, revivía el fatídico accidente, recordaba cada palabra,
cada gesto, aquel beso, lo que pudo haber sido un baile. Nunca olvidaría
aquellos momentos, y estaba convencido de que algún día vería la hermosa casa
azul, y a su amor esperándolo.
so amazing story
ResponderEliminarHola hola!!
ResponderEliminarAii te ha quedado genial 🥺
Un besote desde el rincón de mis lecturas 💕
Dos imágenes de distancia y separación. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarQué historia! Misterio que uno no espera en este excelente relato. Ah pero, qué linda historia de amor.
ResponderEliminarMuchos abrazos.Mar.
Una casa azul, como el cielo...
ResponderEliminarUma belíssima história de amor. Amo ler cada capítulo que você escreve.
ResponderEliminarTenha uma excelente semana. Saúde e paz.
Beijos
Hermosa historia de amor, triste, pero me encantó, saludos, PATRICIA F.
ResponderEliminarBello y romántico relato. Uno aveces vive de ilusiones. Te mando un beso
ResponderEliminarBella y romántica historia. Te mando un beso. https://enamoradadelasletras.blogspot.com/
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu relato, muy bien escrito y lleno de amor y nostalgia. Un abrazo...
ResponderEliminarlovely story to read.... excellent.
ResponderEliminar👍👍
Beautiful. Regine
ResponderEliminarwww.rsrue.blogspot.com
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLa vida es asi Te da y te quita
ResponderEliminarHermosa tu entrada
Hola, gracias por compartir el relato con nosotros.
ResponderEliminarBesos desde Promesas de Amor, nos leemos.
Tem momentos em nossa vida que são inesquecíveis.
ResponderEliminar"Mais um belíssimo capítulo"!
Desejos de saúde e paz.
Beijinhos
Qué maravillosa historia de amor. Te mueves de maravilla también por registros diferentes. Enhorabuena, Mar!
ResponderEliminarBueno, quiero disculparme por no haber leído y comentado al día, pero he tenido unas semanas de un trabajo desbordante y me ha sido imposible. Así que hoy me estoy poniendo al día. Un fuerte abrazo.