Con aroma a pipa Allí estaba otra vez aquel característico olor a tabaco de pipa, era la cuarta o quinta vez que al entrar a buscar el café experimentaba aquella sensación tan marcada. Al principio solo lo percibía en la cafetería, luego al entrar en casa, en su propio coche, duraba unos segundos que eran suficientes para saber que aquel olor era de alguien que estaba fumando en pipa. Esa mañana mientras esperaba que le preparasen el café, el aroma se volvió mucho más intenso, miró a todos los lados, nadie fumaba. —¿Perdona?, ¿hay alguien fumando en pipa? —No, no se puede fumar dentro, ¿Por qué? —Me vino un olor a tabaco de pipa, ¿tú no lo notaste? —Pues no. ¿El café? ¿va a ser como siempre? —Si, por favor. Dio una vuelta por el local, no era muy grande, habría unas quince mesas, algunas ocupadas y otras vacías, se acercó hasta los lavabos, el olor seguía ahí, sin embargo, no sabía de donde procedía. Se sentó en un banco del parque, ahora el único aroma que recibía er
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Un placer leerte. Un beso y feliz año 🎁🎉💝
ResponderEliminarMuchas gracias, me alegra mucho saber que te gusta. Un beso.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho. Además refleja perfectamente el egoísmo de algunas madres con respecto a las hijas y el chantaje emocional que les causan,
ResponderEliminarAl final hay que soltar las cadenas y vivir porque no se puede estar todo el tiempo al lado de alguien que te corta las alas.
ResponderEliminarSi está amargada acaba amargando a los demás y eso es muy tóxico aunque no se cuenta por qué la madre es así.
Quizá en otra historia enlazada.
Hola guapa un relato realmente interesante, la verdad es que es una relación tóxica la que describes, y es interesante ver este tipo de relaciones que son muy reales al final, y muy constantes, aunque no debería ser así. Deseando leer la siguiente parte, ¿la habrá? creo que si, o lo parece, quizás lo dejas a nuestra imaginación.
ResponderEliminarLa libertad se siente ta bien que vale la pena hacer sacrificios, en relaciones así por mucho que sea tu madre tarde o temprano se rompe la atadura de la culpa. Me gustaría leer más de esta historia.
ResponderEliminarHola wapa! Es la primera vez que te visito y me ha gustado mucho lo bien que escribes! Es muy bonito! Sigue así preciosa!
ResponderEliminarBssss
Hola guapa, pues conocia a una persona asi y es complicada la actitud que toma la protagonista de tu historia, es dificil dejar a alguien que te esta manipulando de esta manera, pero a veces uno debe armarse de valor y salir, y si, si pasa algo se lamenta, pero asi es la vida! besos
ResponderEliminarEste relato me ha sacado una sonrisa, y me hace reflexionar de tantas personas que regalan su vida y sus días a personas como esa madre, esta bien los lazos de sangre importan pero los derechos de una persona terminan donde comienzan los de otros, siempre hay que buscar un equilibrio y ie bien que esta chica se libere y viva su vida.
ResponderEliminarMucho tardó la chica en decir basta ya, necesito vivir mi vida. Me parece muy egoísta la madre que no es capaz de poner en una balanza la entrega de la hija frente a la pequeña dosis de diversión que ansía y que tanto pospuso por estar pendiente de ella...bss!
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