Marco y Cleo
Él, había acortado su nombre,
nadie la llamaba Cleo, a ella le gustaba como sonaba en la boca de su amado,
cada vez que oía su nombre, se sentía querida, se sentía especial y única.
Marco, se pasaba la mayor
parte de su tiempo lejos de su amada, su afán por conquistar otras ciudades,
era otra de sus pasiones, cuando estaba lejos solo pensaba en volver para estar
con ella, y cuando estaba con ella se olvidaba que había otros mundos, a pesar
de ello, deseaba esas batallas y esas conquistas.
Cuando estaba en la batalla,
la imaginaba, con su piel color oliva, su cabello negro como el azabache, sus
ojos rasgados, sus labios color cereza, y su cuerpo esbelto como el de una diosa. La amaba más que a su vida, le
gustaba su forma de hablar, enfatizando alguna palabra, con ese tono de voz
dulce, melodioso y lento. Le gustaba su risa, cuando él le contaba alguna anécdota
graciosa. Le gustaba esa mirada triste cuando sabía que él tenía que partir.
Acostumbrado a ganar las
batallas, se sintió terriblemente herido cuando perdió la más importante, no
quería volver derrotado, y se quitó la vida, le quedaban unos segundos de aliento
y solo pensaba en Cleo, se habían unido y solo eran uno, se habían prometido estar juntos para siempre, a pesar de ver la muerte acercarse, no tenía miedo,
sus pensamientos estaban en Egipto, donde estaba su amada.
Unas manos pequeñas, suaves,
le acariciaron el rostro, abrió los ojos y vio aquella cara que le había
enamorado, vio aquellos ojos que le miraban con amor, allí estaba su Cleo, diciéndole,
que no partiría solo, que ella le acompañaría durante toda la eternidad.
Se cogieron de la mano y
pasearon por las nubes, mirando todo lo que él había conquistado, mirando todo
lo que quedaba atrás, sabían que tenían que comenzar de nuevo y, buscarían un
lugar donde poder vivir y amarse para siempre.
En noches claras de luna
llena, dos estrellas se juntan en el cielo, son Marco y Cleo, que iluminan a
todos los amantes de la tierra, para que nunca olviden que amar y ser amado no
se consigue fácilmente, que cada vez, que dos se amen, miren a las estrellas, y
piensen que algún día podría ser ellos, los que brillen para otras personas.
Hola guapa, que bonita historia la de Marco y Cleo, él se suicidó? no tenía ni idea y menos por una derrota! pero aún asi me ha gustado mucho el texto y sobretodo la descripción de Cleo, me la he imaginado perfectamente y he visto el amor en esa descripción! besos
ResponderEliminarhola guapa
ResponderEliminarAy me ha gustado mucho este relato, la verdad es que es muy diferente a los que sueles escribir con giros muy drámaticos o de suspense y ver este de amor ha sido super bonito
Además siempre me ha gustado esa etapa de la historia y son dos personajes históricos de lo más interesantes
Un besazo
Que original el título pero nada mas leerlo tenía claro que eran Marco Antonio y Cleopatra y entonces he empezado a leerlo pensando en una versión moderna de la historia por el título...
ResponderEliminarCreo que sería una preciosa historia para San Valentín.
La historia de amor de Marco Antonio y Cleopatra aún en estos días sigue causando admiración e interés un amor que trascendió en el tiempo.
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