La 4ª guerra mundial
Los mares ocupaban la
mayor parte de la zona terrestre, no tenían vida, sus aguas contaminadas por la
radiación se habían convertido en mortales para todo aquel ser vivo que se
acercase a ellas. Las zonas que quedaban sin cubrir por el agua, estaban
desiertas, la temperatura de día era de 60ºC y por la noche de -45ºC.
Los únicos supervivientes, eran algunos roedores y lo que en algún momento de la historia se
habían considerado humanos. Ahora eran depredadores ocultos bajo tierra,
cavando túneles igual que los roedores, luchando contra estos por el espacio,
se comían los unos a los otros y habían conseguido sobrevivir apenas
sin agua potable.
Aquellos seres, caminaban
agachados, utilizando las manos para poder moverse bajo tierra, en huecos, que no tenían
más de 60 cm de alto, eran seres sin visión, sin habla, habían mutado hasta el
punto de haber perdido toda la humanidad.
La superficie de la
tierra, estaba desierta, sin vegetación, con algunas construcciones hundidas en el suelo y otras ya se habían desintegrado.
Tras
la tercera guerra mundial, el mundo tal y como lo habíamos conocido, ya no existía y se generó, la 4ª guerra mundial, la lucha de los depredadores
por la subsistencia, seres sin empatía, sin nada que perder, solo sobrevivir.
Se despertó en su cama,
sudoroso, con palpitaciones, aterrorizado por aquel sueño vivido de forma tan real, tuvo que levantarse y mirar por la ventana, comprobar que todo seguía en su lugar, que simplemente había sido una fantasía. Se había visto, en aquellos
túneles, deforme, sin sentimientos, sin humanidad, alimentándose de otros de su
especie, experimentando como las otras especies sobrevivientes intentaban comerse los
unos a los otros.
A partir de ese momento, decidió
dedicar su vida a que nada de aquel sueño se cumpliese, viajó por todo el mundo
llevando su palabra, intentando concienciar a todo aquel que quisiese
escucharle, pensaba que solo el ser humano tenía el poder de cuidar los unos de los
otros, el poder de cuidar del planeta, que una vez perdida la humanidad ya no
quedaría nada por lo que luchar.
Fue tachado de loco, de visionario, de iluminado por algunos, sin embargo, una mayoría,
escuchaban con atención para unirse a la profecía de aquel hombre que
hablaba con tanto miedo y tanta pasión, los científicos, creían que lo que contaba
podía ser una realidad, apoyaron aquellas palabras con acciones, sin perder de vista, las actitudes en los cambios que se proponían y se posicionaron para vigilar y controlar que nadie quisiese acabar con el mundo, lucharían por conservar la humanidad, sabían que la unión hacía la
fuerza y la fuerza unida sería imbatible.
Que triste sería. Me gustó el relato. Un beso
ResponderEliminarMuchas gracias, un beso
ResponderEliminar