Paz en las olas
Las olas rompían contra
las rocas, formando una espuma blanca, que poco a poco iba desapareciendo
engullida por la retirada del mar para formar la próxima ola que rompería en el
malecón. Ella estaba allí, con la mirada perdida, buscando un propósito para su
vida o su muerte.
Él, no la quería, se lo
había dicho sin titubear, la había mirado a los ojos, pronunciando aquellas
palabras sin ningún tipo de sentimiento, no podía creer que después de tantos
años juntos, pudiese pronunciar aquellas palabras como si pidiese un vaso de
agua.
Ella, con su vida
dedicada a ese hombre, pensaba en todos esos años perdidos, se arrepentía de
haber dejado de lado todas sus ilusiones, para satisfacer las ilusiones de
otro. Se imaginaba volver el tiempo atrás, para cambiar su paso por esa
mentira. Le hubiera gustado hacer tantas cosas, tenía tantos proyectos cuando
era joven, pero, apareció él, y ya su vida fue la suya, dedicación que ese
momento no estaba siendo valorada.
Lo miró, no dijo nada,
simplemente cruzó su mirada con la de él y abandonó aquella casa, en ese
momento no la consideraba su hogar, se sentía como una extraña en un lugar
creado solo para el disfrute de aquel hombre, que le estaba diciendo que ya no
la amaba.
Desde el momento que se
conocieron, su corazón se había prendado, se enamoró de tal forma que había
dejado de lado todo su ser, ahora comprendía, el error, descubrió de la peor
forma, que se podía estar enamorado, disfrutar del amor, y al mismo tiempo tener
ilusiones, proyectos, vida propia. Se daba cuenta de que no merecía la pena
compartir el amor con alguien que no te valoraba y no te dejaba espacio.
Caminó sin rumbo, hasta
llegar al mar, se sentó en una roca, sabía que pronto llegaría la gran ola, una
ola que la llevaría al más profundo del océano, donde reinaría la paz que tanto
buscaba. Necesitaba descansar su mente, su alma, su corazón, su paso por la
vida desde el momento que le había conocido. Quería ser ella misma, realizar
sus propias aventuras y formar su propia historia.
Sus ojos rojos de tanto
llorar miraron al horizonte, y descubrieron que el mar no la necesitaba, que el
mar ya era fuerte por sí solo, y que ella también podía ser ese mar, fuerte,
libre, impetuoso, atrevido, se levantó y caminó hacia la vida, estaba dispuesta
a buscar su propia ola.
Así es la vida Desgraciadamente uno ama Pero tiene que tener cuenta que no necesariamente amarán con la misma intensidad a uno hay que valorarse para que valoren a uno.
ResponderEliminarMuchos se sentirán identificados con esta historia porque así mismo les pasa a muchos, se dedican a una persona (lo cual no es malo) pero luego resulta que no te querían en lo absoluto. La gente que quiere y respeta no se deshace de ti facilmente. Buena lección de querer a quien se lo merece :) gracias por compartir.
ResponderEliminarQ historia más maravillosa
ResponderEliminarMuchas gracias por vuestros comentarios. Me agrada que os haya gustado.
ResponderEliminarHola! La historia es muy buena, creo que todos hemos pasado por situaciones similares, y es doloroso, tu escrito es tan bonito y sublime como plasma cada detalle, sentimientos que sin duda alguna no lo vivimos así. Lo sufrimos y por eso lo importante es cultivar ese amor propio y a mí yo del pasado le deria la vida es así, pero estaremos bien. ¡Me encanta, cada relató!
ResponderEliminarHola guapa, pues me ha gustado mucho tu escrito! la verdad es que ella nunca deberia haberlo dejado todo por el, pero una vez comprendido el error creo que en sus proximas relaciones no lo cometera, sera mas fuerte e independiente, al final de todo se aprende, incluso de los relatos! besos
ResponderEliminarNo haces más que sorprenderme con los finales que le das a tus historias, ya pensaba que se iba a adentrar en el mar para no volver. En situaciones así lo mejor es dar puerta y pensar en una misma, cambiar lo que hace daño, pero todo tiene solución, bss!
ResponderEliminarLos surferos siempre buscan y encuentran esta sensación cuando surfear las olas. El mar puede ser el mejor rincón donde desconectar, olvidarse de los problemas y practicar un deporte tan bonito como el surf. Por otro lado, si quieres pasar un momento más tranquilo con la madre naturaleza, el sup podría ser tu mejor aliado.
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