La ultima predicción
En el momento de saber que disponía de ese
don, su abuela le explicó que muy pocos nacían provistos del manto blanco, de
tener la capacidad de percepción sobre otras personas, un regalo que nunca podría
utilizar en su beneficio o lo perdería.
Los días pasaban, la voz se había corrido,
cada vez más gente acudía a su consulta deseando saber, muchos salían de allí
convencidos de esa predicción, independientemente de si era una respuesta buena
o mala, sabían que ella acertaría.
Tras un duro día, después de atender al
último cliente, cerró los ojos para descansar, escuchó el tintineo de la
campanilla de la entrada, vio como esta se abría, entraba un hombre con la cara
tapada con un pasamontañas, una pistola en mano, escuchó el sonido del gatillo,
como la bala salía disparada atravesando su cabeza, algo que pasaría en unos
segundos, abrió los ojos, se levantó apresuradamente, al tiempo que escuchaba
la campanilla de la puerta, se encerró en la trastienda, aquel hombre con el
pasamontañas, pistola en mano recorría la habitación buscando algo que robar, a
través de la cámara podía verlo rebuscando, aunque llevaba la cara cubierta,
ella sabía quién era, lo veía claramente, igual que podía ver su futuro. El
ladrón, rebuscó en todos los cajones hasta encontrar la caja donde se guardaba el
dinero, luego buscó joyas, botín que iba guardando en una bolsa. Ajeno, a todo
lo que pasaba en la trastienda, se tomó aquella visita con calma, antes de
salir, miró hacia aquella puerta cerrada, ella sabía que no iba a entrar, que
daría media vuelta y saldría de su hogar.
No sabía cuánto tiempo permaneció acurrucada,
no se atrevía a cruzar a la otra habitación, a pesar de que no había peligro,
se sentía vencida, no quería ver todo el estropicio, no le importaban las joyas
ni el dinero, había perdido algo más valioso, su don. Sabía que una vez
eligiese salvar su vida, volvería a ser una persona normal, sin su manto
blanco.
Aquella mañana se despertó sudando,
asustada, no disponía de su preciada cualidad, la había usado en su favor, nunca
más podría ver el futuro.
Decidió hacer su última predicción, se
acercó hasta la casa del hombre que le había robado, desde la ventana lo vio
sentado en un sillón bebiendo cerveza y fumando, estaba feliz con su botín. Le escribió una nota que introdujo por debajo de la
puerta, salió como alma que llevaba el diablo de aquella casa para perderse en
la oscuridad de la noche.
El ladrón recogió aquella nota con una
sola frase: “Disfruta de tu botín, pasado mañana estarás muerto”.
¡Hola!
ResponderEliminar¡Menudo final más top!
Soy de las personas que cree en el karma, así que, y a pesar de que no veo el futuro ni nada por el estilo, cosa que admito no creo que me gustase, sí creo que todo lo que hace uno, tarde o temprano se le es devuelto, y con creces. Así que más que merecida la predicción de la muerte del ladrón, porque por no haber elegido salvar su vida frente a ese don, ella sería la muerta.
Como siempre, un relato que me ha mantenido pegada de principio a fin.
Besotes
Hola!! Que buen final! No me lo esperaba. Pensé que la que iba a morir era ella. Soy una fiel creyente del karma y de que cada quien debe pagar en vida lo que en ella hizo. Como siempre, tus relatos me gustan mucho y me terminan atrapando.
ResponderEliminarPues el karma fue muy benevolente con Pinochet. Como para creer.
ResponderEliminarCaray. Tienes algo en tus relatos que es sorprendente. Sobre todo por los finales. Al final, sea destino o karma, uno tiene lo que se merece.
ResponderEliminarSigue así :)
¡¡Holiii!!
ResponderEliminarCada día me sorprendes más con estos finales tan chulos. Me da pena por la adivina, que ha perdido su don por salvar el pellejo, pero yo misma hubiera actuado igual. Pero el final... El final es lo mejorcito de toda la historia.
¡¡Bsssos!!
Hola guapa, pues vaya final que te has marcado o se ha marcado la protagonista! anda que no te debe poner los pelos de punta una nota asi y no se si querria yo tener este don, es para pensarselo! besos
ResponderEliminarWow, has conseguido lo fundamental en un relato, crear el conflicto con sorpresa para el lector. Enhorabuena.
ResponderEliminarWow, no me esperaba ese twist en la historia, qué miedo, pero sí me intrigó bastante, ¿la escribiste tu? Me gustaría leer más relatos de este tipo, buenísimo!
ResponderEliminarTener un don así es toda una responsabilidad, pero si sabía desde hace tiempo que solo se podría salvar una vez, sería una angustia vivir pensando, ¿cuándo llegará ese día? Ahora, que la venganza se sirve en plato frío, y ya me haces dudar si sería ella quien ejecutaría la amenaza, bss!
ResponderEliminarUn placer leerte como siempre. Personas con manto blanco una expresión que me ha calmado, tu forma dulce de escribir sobre los demás pareciera casi real y aplicable a muchas situaciones que conozco. Este texto de los que te he leído me gusta especialmente. Muy cálida tus letras y expresión.
ResponderEliminarHola Mar!!
ResponderEliminarQue super relato. Nunca había oído algo así, super diferentes a todos los que siempre leo, veo u oigo.
Debe ser muy duro tener ese don con una responsabilidad tan grande, creo que todo ser en el momento tan duro como perder su vida, lo usaría y por enden lo perdería.
También real, porque ella como cualquier persona tuvo el instinto de supervivencia y utilizó el don, nada a lo que siempre se lee, de que los protagonistas son unos super héroes.
Saudos!!