El acantilado
—¡Despierta!
—¿Qué pasa?
—¡Chist…! ¡Habla bajito!
Escuché un grito muy cerca y ruidos como de arrastre.
—¿Qué dices? ¿Miraste si
había alguien?
—No, vamos a vestirnos…
—¡Oh Dios!, ¿escuchaste?
¿Qué fue eso? ¡Dios mío, dios mío! Hay algo ahí afuera, ese grito era de miedo,
¡Oh dios mío! ¿Por qué te habré hecho caso?
—¡Calla!, vamos a
quedarnos quietos, si no hacemos ruido, aquí dentro no nos pasará nada.
—¿Tú te crees eso?,
¿crees que una simple lona de una tienda de campaña nos va a proteger?, no nos
va a proteger de nada, aquí en el medio del monte, apartados, sin ayuda, ¡oh
dios mío!
—Marta, ¿escucha?, voy a
mirar a ver si puedo ver algo.
Levantó la cremallera de
la tienda de campaña y la pareja sacó la cabeza mirando hacia todos lados, la
luz de la luna dejaba ver muy poco entre aquellos árboles.
—Coge la linterna y
alumbra hacia la derecha, creo que vi moverse algo.
—No voy a encender la
linterna, pues entonces nos ven a nosotros también.
—¡Mira, mira allí!, ¿Qué
es aquello?, eso no es ni un animal ni una persona, ¿Qué es eso?
—¡Dios santo!, no lo sé,
se ha quedado parado, ¿Qué es eso que le sale de la espalda?
—¡Oh, oh!, ¡por favor,
diosito!, no dejes que nos pase nada. ¡Oh, oh…!
—Marta, escúchame, cuando
te diga, echamos a correr, no te pares ni mires atrás, correremos lo más que
podamos, hasta alejarnos de esa cosa.
—¿Y si corre tras
nosotros? Seguro que es más rápido.
—¿Y qué quieres hacer?,
¿quieres que nos quedemos aquí?, o ¿lo intentamos?
—Vale…
—¡Ahora!
Marta agarrada a la mano
de su novio, corrían por el bosque en busca de un lugar seguro, no miraron
atrás, en la oscuridad de la noche solo se escuchaban dos corazones
aterrorizados.
“Noticia
de última hora: Se han localizado los cuerpos de una pareja en el fondo del
acantilado, el acceso al paraje por parte de los bomberos y las distintas
autoridades resulta muy complicado por lo angosto del terreno. Desde el
helicóptero podemos ver que están agarrados de la mano, parece un suicidio
igual que los otros tres que se han registrado durante el año.
Nuestros
reporteros aseguran que hay algo raro en todas estas historias, puesto que la
tienda de la pareja estaba montada a quinientos metros del sitio en la misma
zona donde se encontraban las otras parejas.
A falta de más datos por parte de los investigadores, este medio de comunicación indagará para descubrir que pasa en ese acantilado junto al bosque, les mantendremos informados.
Holaa
ResponderEliminarEsta historia te mantiene en tensión toda la lectura. Me ha gustado mucho la manera de contarla ya que te introduce de pleno en la historia. Qué intriga da de saber qué está pasando ahí!
Besotes
¡AAAAA! Me encantó esta historia. Quiero saber más, ¿Habrá segunda parte? 😱😭
ResponderEliminarVaya sorpresa que me he llevado! Sin duda dormiré gratamente nutrida con lo que este blog nos aporta. Muchas gracias por haberme visitado y así dármelo a conocer. Me he suscrito y te he seguido inmediatamente. Sin duda he de regresar a continuar la lectura.
ResponderEliminarGracias nuevamente!
¡Hola!
ResponderEliminarAdmito que esta historia me ha puesto un poco los pelos de punta, es que soy de acampar mucho, y aunque no sea mi pareja.. una de las amigas con las que acampo se llama Marta jejeje.
He ido a leer la segunda parte porque no me he podido resistir, y aunque no haré spoilers para que vayan a leerte, admito que me he quedado con ganas de más.
Algo oscuro debe esconder ese acantilado que espero que algún día nos descubras.
Besotes
Hola!
ResponderEliminarEsto no es precisamente lo mejor para leer de madrugada 😂😂😂😂😂 tus escritos no dejan indiferente a nadie ya sea por giros, lastima o miedo jejeje.
Besos!!