El poder del río
Mientras lo miraba
reconocía que jamás en su corta vida había sentido gritar a su corazón. En esos
momentos si todo el mundo se quedase callado cualquiera podría escuchar
aquellos gritos de amor.
Todo comenzó una tarde de
merienda junto al río, en aquel verano que sería el último que pasaría en casa
de sus tíos, el próximo año se iría a estudiar fuera y ya todo cambiaría.
Toda la familia merendaba
al lado de aquellas aguas que bajaban serenas y transparentes. Él llegó en su
moto, haciendo más ruido del necesario, se quitó el casco y su cara quedó al
descubierto, un rostro de niño malo. Se acercó al agua y se quitó la ropa
quedándose con un bañador de rayas azules y blancas. Sin pensarlo se zambulló
en aquellas aguas que lo acogieron como sirenas, abrazándolo y cubriendo todo
su cuerpo. Ella le miraba desde el borde con la boca tan abierta que creía que
acabaría por caerle la baba, pero no podía apartar los ojos de aquel cuerpo
perfecto que nadaba arriba y abajo como el pez más experto.
Su corazón dejó de latir
cuando se miraron, quiso esbozar una sonrisa y lo único que pudo hacer fue como
un gruñido del que ella misma se avergonzó al momento. Él la invitó a bañarse,
ella como un autómata se zambulló en el agua como si estuviera sola en el
mundo, como si aquel río le perteneciese, como si una burbuja se apoderase de
ellos dos.
Chapotearon, rieron, se
miraron, se rozaron y la vida le cambió por completo, se había enamorado y
tenía que ocultarlo, no sabía lo que él pensaba, no sabía si se burlaría de
ella, la vergüenza la superaba.
Es así, incluso con cuántos has vivido solo un momento y no lo olvidas jamás.
ResponderEliminarQué lindo lo has escrito.
Triste historia el primer amor nunca se olvida. Te mando un beso
ResponderEliminarque maravilloso escribes cuanto hay en tu mente creando constantemente palabras de vida
ResponderEliminarMe encantó el comentario de Mucha; "cuánto hay en tu mente creando constantemente palabras de vida".
EliminarFabulous blog
ResponderEliminarCuántas historias que nunca ocurren por no expresarse.
ResponderEliminarEstoy intentando entender esto. Haría una entrada de los comentarios de Cabrónidas, breves y plenos. Pero igual, voy a tratar de entender 😊
EliminarPero qué linda historia, de esas que nutren el espíritu. De ilusión también se vive, y esto es real. Ellos se unieron ese verano y el resto del tiempo hasta que (soy optimista) se vuelvan a encontrar, será una ilusión alimentada de la frescura de esas lindas aguas y de lo que provocaron en sus interiores.
ResponderEliminarPrecioso Mar, precioso. Gracias, gracias 💕🌹💕🌹💕
Uy este río se merece una segunda parte, ayyy ese primer amor de verano.
ResponderEliminarAbrazote utópico.-
Triste final, pero muy bonito ❤
ResponderEliminarEse amor que nunca se sabrá lo que pudo ser, sólo porque ambos no pudieron quedarse en el mismo lugar, a la misma hora :(
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarese primer amor que se recuerda toda la vida... es una bella historia aunque quien sabe lo que pudo pasar si se hubieran dicho lo que sentian. A lo mejor es mejor que se quedara así y ahora sea un bonito recuerdo.
Besos :)
Al principio era "oh, qué bonito, un flechazo en el momento más inesperado"...pero luego ese final que rompe el corazón por lo que pudo haber sido y se quedó es una historia fugaz,bb!
ResponderEliminarLo que se dice un amor de verano, esos que quedan como un bonito recuerdo en el corazón, muy lindo relato.
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