Agatha 1899

Agatha 1899 

Si algo le gustaba eran las clases particulares que recibía todos los días, unas horas de estudio que le ayudaron en su vida, y sobre todo la dicha de poder viajar a otros países, para completar su educación.

Un seis de mayo de 1899, el barrio se revolucionó, la gente salía a la calle, las autoridades intentaban poner orden y así poder clasificar a la gente por grupos.

El hermano de un amigo, no había llegado a casa, después de que su madre lo enviase a comprar harina. Desde el domicilio a la tienda no había más de doscientos metros en línea recta. La criatura tenía seis años, y todo el pueblo se volcó en la búsqueda, incluso vecinos colindantes dejaron sus quehaceres para apoyar a aquella familia, y porque nunca había pasado nada tan terrible en aquel pueblo ni en las proximidades.

Cuando los padres dieron el aviso habían pasado tres horas, y otras cuatro hasta que lo encontraron.

Agatha salió a la calle para juntarse con un grupo de amigos, unidos se ofrecieron para ayudar en todo lo posible.

El menudo cuerpo acostado boca arriba, con las manos entrelazadas en el pecho y tapado con hojas de los árboles, más que muerto parecía que estaba durmiendo. Agatha miraba al niño con el que tantas veces se había cruzado e incluso jugado. Le parecía una muerte extraña, cuanto más lo observaba, más presentía que algo no cuadraba.

Intentó hablar con el que llevaba la investigación, pero hicieron caso omiso de las inquietudes de la joven. Estaban convencidos de que algún forastero intentó llevarse al niño, y algo había sucedido que le incitó al desenlace que habían descubierto.

Aprovechando la amistad con el hijo mayor de la familia, escuchaba las declaraciones de unos padres que realmente estaban sufriendo por la pérdida de su hijo pequeño.

Hasta que, una conversación entre el matrimonio, hizo saltar todas las alarmas, ella fue la única que se dio cuenta, fue atando cabos y pudo descubrir porque James estaba muerto.

Una carta anónima con una letra impecable llegó a la comisaria, lo que no sabía en ese momento era que el hacerse pasar por un hombre, y cerrar el caso marcaría el rumbo de su vida.

“Estimado Sr. Comisario, he seguido muy de cerca la investigación de la muerte de James Bradford y quisiera detallarles con toda seguridad a que conclusión he llegado.
El niño murió en su casa por un trágico accidente, una pelea con el hermano mayor, hizo que James cayese por las escaleras y se desnucase. Los padres asustados por si encarcelaban a su primogénito, llevaron el cadáver al bosque. La forma en la que estaba el cuerpo denota que quien lo hizo, lo quería.
Esta es mi opinión de la cual estoy convencido y seguro, ahora son ustedes los que tienen que hacer las preguntas adecuadas, y esa familia romperá por algún lado, porque su dolor es verdadero, y es un secreto que no se podrá mantener en el tiempo”

Atentamente

A. M