Tradición familiar
—¡Un
año, cariño! Como pasa el tiempo, llevamos un año de casados, y me parece que
fue ayer cuando nos juramos amor eterno.
—Cierto
amor, y tengo que decir que este año fue maravilloso, espero que todos los que
vengan sean iguales. Llega el día de Todos los Santos y tengo que contarte que
en mi familia existe una tradición que me gustaría continuar ahora que yo tengo
mi hogar.
—¡Vaya!,
y ¿Qué tradición es esa?
—Esta
noche te llevaré al campo y luego te la cuento.
Ella
no tenía ninguna leyenda que aportar a su nueva familia, sin embargo, no le
importaba aceptar la que su amado trajese. Dicen que las tradiciones unen y
además hacen que se recuerde el pasado, en especial sin los momentos fueron
felices y todos aportaban algo que hiciese que ese mito se convirtiese en la
unión, aunque solo fuese por unas horas.
Llegaba
la noche y estaba algo nerviosa, él no le había contado nada. Desde la ventana
veía como cargaba el maletero con una bolsa grande de plástico, un cuchillo y
unas botas de goma.
—¿Pero
qué tipo de tradición tenéis en vuestra familia?, da un poco de miedo ver lo
que estás cargando en el coche.
—No
seas tonta, —le entró una carcajada
viendo su cara desencajada — estoy seguro de que vas a disfrutar tanto como yo.
¿Nos vamos? Tenemos un largo camino por delante.
El
coche se puso en marcha y ella lo miraba de reojo, lo notaba feliz, como un
niño pequeño que viajaba a su lugar preferido. No quería preguntar, aunque se
moría por saber a dónde iban.
—Veo
que estás nerviosa, esta tradición lleva en nuestra familia desde que tengo uso
de razón, todas las vísperas de difuntos, nos poníamos en marcha y esa noche
era tan especial que, a pesar de tener un miedo atroz, disfrutábamos como
nunca.
—¿Miedo?
¿Es que vamos a pasar miedo?, creo que esta aventura no me va a gustar.
—Claro
que te va a gustar, una familia sin tradiciones acaba por separarse.
El
coche se detuvo ante un enorme campo, no podía ver lo que allí había plantado.
Él se bajó, se calzó las botas, sacó el cuchillo y extendió la bolsa por todo
el maletero.
—¡Espérame
aquí cariño!, solo sigue mi linterna, este año serás la espectadora y para el
año estoy convencido de que querrás participar.
Intentó
ver qué había más allá de la ventanilla del coche, seguía la luz y le pareció
ver una figura humana a lo lejos, sintió miedo por su marido y por ella misma,
puso el seguro en las puertas y de repente la luz desapareció, todo se había
quedado a oscuras.
Un
golpe en el cristal de la ventana la hizo mearse de miedo, la cara de su marido
pegada al cristal le decía que abriese el maletero.
Así
lo hizo, parecía agotado, cargó algo demasiado pesado que hizo que el coche se
moviese.
Durante
todo el camino fueron callados, ella aterrorizada sin saber lo que llevaban
detrás y él con una mueca de felicidad mientras recordaba lo que su padre le
había enseñado a lo largo de los años.
Ella
se bajó del coche mirando al hombre con el que llevaba un año de matrimonio,
pensando si realmente lo conocía.
—¡Cariño,
ayúdame, pesa demasiado!
Se
acercó con paso lento, mientras él intentaba sacar una calabaza gigante.
Lo de la calabaza es solo el principio, y en esto de las tradiciones hay que ir por orden. Es decir, la sangre mejor dejarla para el final. :D
ResponderEliminarSonreía entre el suspenso de cada línea pensando qué nos estarías preparando esta vez.
ResponderEliminarBueno, buenísimo.
Ah! Eso sí: sonreía, pero eso no me quitaba el temor de lo que fuese a suceder allí.
Gracias una vez más, Mar. Un abrazo grande 🤗
Interesante cuento y buen final. No obstante, revisa la puntuación —en especial la de los diálogos— para que sea perfecto.
ResponderEliminarJajaja ¡Nos has tenido en vilo todo el tiempo! Me ha gustado muchísimo.
ResponderEliminarBesitos.
Vaya suspenso. Menos mal que no hubo sangre. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarAy! Cuento suspenso, menos mal que no fue lo que estábamos pensando... 😅
ResponderEliminarUy que mal pensada. Genial relato me mantuviste en hilo todo el tiempo.
ResponderEliminarGenial relato. Me mantuviste en tensión todo el tiempo. Me encanto el final
ResponderEliminarte mando un beso. https://enamoradadelasletras.blogspot.com/
¡Ufff! ¡Qué alivio! Por un momento pensé en lo típico: un asesinato, cargan un muerto etc, peroooo...conociéndote (como dice Maty) ya sabía que venía un giro final estupendo y así fue. Me encantó. Muy acorde a las fechas. Saludos desde México.
ResponderEliminarhappy story at the end...
ResponderEliminar# Happy Halloween!
Hola,
ResponderEliminarUn gran relato, me ha parecido muy interesante.
Besos desde Promesas de Amor, nos leemos.
La sopa de calabaza es buena al inicio del otoño para fortalecer el sistema inmune, cualquiera lo sabe.
ResponderEliminarY si no lo sabe se lo inventa y se lo cree.
Saludos,
J.
so great full of suspence dtory
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